El pago se realizó con los fondos parroquiales, la aportación de los vecinos y la del Concejo, que contribuyó en efectgivo con 3.500 reales y una mata de la dehesa boyal, que convertida en carbón, produjo 7.000 reales para el retablo.
Como sobró dinero, el visitador eclesiástico ordenó que se dorase cuanto antes. Tambien para esta labor, colaboró la iglesia con sus ahorros, los vecinos con donativos y el Concejo, dió el producto de dos matas de su dehesilla, que ascendió a 10.407 reales.
En el... El retablo se contrató en abril de 1769 a Andrés Martínez, vecino de Sepulveda, maestro de arquitectura por el precio de 8016 reales y 22 maravedís.Fue entregado a la iglesia el 4 de abril de 1772, a los dos años justos de su encargo.
Se colocó en su lugar solo de madera, sin dorar.