Es pequeño y frágil, vestigio de cuando hace siglos había muchas más hayas en la zona. Hoy es una joya natural enclavada en la frontera de tres provincias, un bosque protegido con mimo y unas severas normas. Es el Hayedo de Montejo, el bosque del Chaparral para los vecinos de la zona. El ecosistema formado por la parte de la umbría del monte y la humedad del río Jarama hace posible que se dé en estos parajes los ejemplares tan esbeltos de hayas, que necesitan un clima de aire húmedo y ausencia de calor.