Las
aguas sobrantes de la
Fuente de los Peces se canalizaron y se utilizaron para alimentar un
lavadero, que se conocía como La Charquilla, donde las mujeres lavaban las ropas. En el año 2011, se reconstruyó como fuente
ornamental, aunque sigue conservando la estructura del antiguo lavadero, al que se ha añadido un grupo escultórico.