Tarda más de una hora en servir la comida. La dueña no sabe tratar ni a los clientes ni sus empleados que se ve que los tiene explotados mientras que ella, y otro camarero delgado que parece tonto y que no sabe cobrar ni trabajar, se sientan a fumar y a beber con los amigos o conocidos o se van a descansar. La comida y su elaboración son bastante mediocres, son muy lentos y no son profesionales, sobre todo la dueña que sí no fuera por sus trabajadores, que terminan yéndose, es una inútil. Más la vendría dedicarse a otra cosa porque hostelería no. Fui un par de veces pero visto lo visto, no merece la pena el menú ni las cañas. mal tiradas...