Son típicos los Puches, por la festividad de Todos los
Santos, que es una especie de gachas. Las
torrijas y el potaje en
Semana Santa.
Las Rondas
Las rondas a las novias y a las
fiestas de mozos era otra de las
tradiciones más importantes hoy perdida, también se bailaba con un organillo en la
plaza del
pueblo donde iban todos a
bailar después de las misas. Los vecinos salían al
patio y se juntaban y hablaban, las mujeres paseaban por la
calle. A las chicas jóvenes también se les cantaba en las fiestas rondas.
El
baile de la manzana que se hacía en las
casas antes de las
bodas. En él se preparaba chocolate y la gente salía por el pueblo a recoger los regalos para la
boda, entre los invitados. El desayuno y la
comida corrían generalmente por cuenta de los padres de ambos novios y en la cena se reunían sólo con los familiares más allegados y los
amigos íntimos. Por la
noche, en el baile, se colocaba un cesto con una manzana grande, los hombres bailaban con la novia y las mujeres con el novio. Cuando terminaban de bailar, echaban el dinero en el cesto que era recaudado por los novios.
Antiguamente el día 31 de diciembre por la mañana se iba en
carros a cortar leña a la
finca del pueblo el arroyo de la Dehesa, se llevaba comida, escabecha, chorizo y la bota de vino colgando. Mientras unos cortaban leña, otros iban de
caza por el
Monte de la Jurisdicción. Cargaban los carros y la transportaban a la Plaza de
España. Ese día se celebraba la mayordomía de aquellos que habían regresado de la
mili. Ya por la noche, se encendía lo que entonces se llamaba luminaria, que era una
hoguera con la leña recogida durante el día y se bailaba al son del tambor y la gaita para recibir el año Nuevo.
Mientras los mayordomos invitaban a vino y tabaco que ofrecían los bailarines (jóvenes, que aun no habían cumplido el servicio
militar), estos ensayaban la
danza del día siguiente. Durante toda la noche se cantaban por las casas diferentes coplillas.
El 1 de enero, se celebra el Día del Niño
Los mayordomos y bailarines ataviados con el
traje típico acuden a
casa del primer mayordomo para asistir a la Misa y posterior
Procesión en la que los cuatro mayordomos portan la imagen del Niño adornada con mandarinas, mientras que los cuatro bailarines danzan con las castañuelas al compás de la dulzaina y el tamboril, delante de la imagen.
Al día siguiente, 2 de enero, conocido como “El Día del Bollo”, mayordomos y bailarines, más los cuatro mayordomos entrantes, junto con el tambor y la gaita, recorren las casas pidiendo aguinaldo.
Durante estos días van con el traje típico: sombrero adornado con cintas y broches y el mantón. El primer mayordomo llevaba “el bolsillo”, al estilo de una bufanda larga confeccionada por un preso. El bolsillo era de hilo terminado en borlas y con una ranura en el centro por donde meter el dinero. Este bolsillo era de distintos
colores: rojo pálido, negro y azul claro. Esta
tradición se ha perdido en los últimos años, pero se está intentando recuperar. Los mayordomos solo podían ser hombres licenciados de la mili.