Hemos salido del pasaje de entrada y entramos en la
Plaza de Alonso Arreo, esto es digámoslo así, el
patio del
Museo del Vino que también está decorado con dibujos espectaculares. En lo más recio del combate, encontrándose desamparado el
pendón segoviano, pues cayeron los que le habían sostenido, lo coge Arreo, arranca de el por tener su espada rota, la insignia de
Segovia. La guarda en el pecho ocultándola para que no caiga en poder de los imperiales. (Archivo de Simancas).