El 7 de octubre de 1649,
Navalcarnero fue testigo del acontecimiento más importante de toda su
historia: las velaciones del rey Felipe IV con su sobrina la archiduquesa Doña Mariana de
Austria. La pregunta ahora es: ¿Eso no era incesto?, ¿no dicen que los hijos salen tontos?, ¿y la
iglesia que opinaba en esos tiempos?, aaaaah,,, que como eran reyes no importaba.