Fragua y Potro de Herrar. El origen del potro se remota a la Edad Media, se empleaba para herrar al ganado de labor. Generalmente se ubicaba junto a la fragua para facilitar así la labor del herrero. Por otro lado, en la fragua se fabricaban y reparaban los aperos empleados en las actividades agrícolas y ganaderas, así como otros utensilios empleados en la vida cotidiana. El herrero desempeñaba una importante labor, su oficio era uno de los más importantes de los pueblos serranos. A cambio del trabajo realizado, los vecinos le pagaban un igual.