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PAREDES DE BUITRAGO: DIGITAL (Digitalis purpurea). La digital o dedalera...

DIGITAL (Digitalis purpurea).

La digital o dedalera ya fue utilizada como planta medicinal, vomitiva, purgante y vulneraria en Inglaterra y Gales en el siglo por.

La digital se extiende por toda Europa occidental, sur y oeste de la Península Ibérica, Baleares y, concretamente, en Sierra Nevada, Pirineos y Gredos. Se puede encontrar en suelos incultos, entre rocas y peñascos, en los claros de los bosques de robles, hayas, abetos y entre matorrales. Se puede cultivar en jardín como planta ornamental.

De una roseta a ras de suelo salen una serie de grandes hojas elípticas, rugosas y ásperas. El tallo, de 70 a 150 cm, es velloso, sin ramas y pocas hojas de formas variables y contextura blanda. En el extremo del tallo penden las flores, grandes, tubulosas y ventruadas, con un color púrpura o rojizo oscuro.

La digital, escrofulariácea, es una de las drogas de origen vegetal más prescrita e importante para la medicina moderna. Debe su actividad a los glucósidos cardíacos (digitalina, digitoxina, gitoxina), en especial, la digitoxina, un polvo blanco microcristalino que aumenta el tono del músculo cardíaco y que hace que el corazón se vacíe de forma más eficaz. Estos glucósidos son insolubles en agua. La digital favorece, pues, la actividad neuromuscular, es cardiotónica y mejora y normaliza la acción del corazón. Los principios activos se encuentran en las semillas y en las hojas. Estas hojas se recogen (con guantes) en época de floración, en verano, mayo-julio, a última hora de la tarde, en un día seco y soleado. Secar rápidamente a la sombra o al sol. Conservar en recipiente herméticamente cerrados, lejos de la luz y la humedad.

Los preparados caseros son peligrosos por su toxicidad, por las dificultades de la dosificación -las dosis medicinales están muy próximas a las tóxicas- y por la intolerancia que pueden presentar algunas personas. Es muy negativa la acción acumulativa de sus principios activos por la dificultad de su eliminación por el organismo. Su uso debe ser regulado por un médico especialista.