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Se usan en jardinería en macizos, rocallas, al pie de los árboles, en macetas, jardineras y como flor cortada. Es mejor plantados en grupos compactos del mismo color.
• La floración es corta y hay que prever el escalonamiento de las variedades para que vayan tomando el relevo.
• Se asocian perfectamente con los alhelíes, Myosotis, margaritas en general, Gypsophila y plantas anuales.
• Soportan bien el frío, de hecho necesitan pasar un periodo de bajas temperaturas invernales para conseguir floraciones de calidad. En climas con inviernos cálidos, muchas variedades pueden tener problemas. Holanda, por ejemplo, tiene un clima ideal para ellos.
Plantación
1. Elige un lugar soleado.
2. Prospera tanto en suelos ácidos como alcalinos, siendo ideal un pH entre 6, 5 y 7, 5. Si tu suelo es ácido, es decir, tiene un pH de 6 o menos, enmiéndalo aportando unas semanas antes de la plantación unos cuantos puñados de cal y enterrándolos con una cava en profundidad. Esto será suficiente para subir el pH.
3. Realiza un abonado orgánico (estiércol, mantillo, turba, etc.) a razón de 1 carretilla por cada 10 m2 y entiérralo cavando a unos 30 cm. De profundidad. Si además del abonado orgánico haces una aportación de fertilizantes de lenta liberación antes de plantar, mejor.
Con esta preparación no será necesaria más fertilización durante el cultivo. No obstante, también se puede aportar 10 gr/m2 de un complejo 14-7-26 a partir de la primera hoja.
4. Es fundamental que disfrute de un buen drenaje y que no se formen charcos durante varios días porque se pudrirían los bulbos. Si es necesario, aporta arena de río para airear los suelos arcillosos. La materia orgánica del abonado anterior ayudará a oxigenarlo también.
5. Compra bulbos sanos, no arrugados y duros. Si los has conservado deberían haber estado en lugar fresco, seco y sin luz.
• La floración es corta y hay que prever el escalonamiento de las variedades para que vayan tomando el relevo.
• Se asocian perfectamente con los alhelíes, Myosotis, margaritas en general, Gypsophila y plantas anuales.
• Soportan bien el frío, de hecho necesitan pasar un periodo de bajas temperaturas invernales para conseguir floraciones de calidad. En climas con inviernos cálidos, muchas variedades pueden tener problemas. Holanda, por ejemplo, tiene un clima ideal para ellos.
Plantación
1. Elige un lugar soleado.
2. Prospera tanto en suelos ácidos como alcalinos, siendo ideal un pH entre 6, 5 y 7, 5. Si tu suelo es ácido, es decir, tiene un pH de 6 o menos, enmiéndalo aportando unas semanas antes de la plantación unos cuantos puñados de cal y enterrándolos con una cava en profundidad. Esto será suficiente para subir el pH.
3. Realiza un abonado orgánico (estiércol, mantillo, turba, etc.) a razón de 1 carretilla por cada 10 m2 y entiérralo cavando a unos 30 cm. De profundidad. Si además del abonado orgánico haces una aportación de fertilizantes de lenta liberación antes de plantar, mejor.
Con esta preparación no será necesaria más fertilización durante el cultivo. No obstante, también se puede aportar 10 gr/m2 de un complejo 14-7-26 a partir de la primera hoja.
4. Es fundamental que disfrute de un buen drenaje y que no se formen charcos durante varios días porque se pudrirían los bulbos. Si es necesario, aporta arena de río para airear los suelos arcillosos. La materia orgánica del abonado anterior ayudará a oxigenarlo también.
5. Compra bulbos sanos, no arrugados y duros. Si los has conservado deberían haber estado en lugar fresco, seco y sin luz.