Desde el siglo XVIII la
historia de
Patones estuvo marcada por la construcción de distintas infraestructuras hidráulicas. La primera, el
canal de Cabarrús, un sistema de riego que abastecía las
huertas de Patones,
Uceda,
Torremocha y
Torrelaguna. En el siglo XIX, reinando Isabel II, se construyó la presa del Pontón de la Oliva y el canal que transporta el
agua hasta la actual
calle de Bravo Murillo en
Madrid. La última, la presa del Atazar en los años 1970.