Caminando, se podrá descubrir formaciones geológicas únicas y singulares, respirar el olor de la humedad del
río Jarama y el Lozoya, contemplar desde el Cancho de la Cabeza el espectacular
embalse del Atazar, imaginar la vida de los habitantes
romanos en el yacimiento de la Dehesa de la Oliva, ascender a
Patones de Arriba como lo hacían antiguamente sus habitantes.