Patones de Arriba es el mayor sitio turístico de todo el municipio de Patones. Es una pequeña, pero bellísima localidad subida en lo alto de la
montaña.
El nombre de Patones proviene del apellido que tenían sus fundadores que era Patón. Hasta el siglo pasado el
pueblo se llamó Los Patones en alusión a sus primeros habitantes.
La noticia de esos primeros fundadores de Patones se da en
Uceda en un padrón de 1527 en el que se enumeran los vecinos que contribuyeron en la reparación de un
puente sobre el
río Jarama y que tenían el apellido Patón.
Posteriormente, en 1555 hay un nuevo padrón que se conserva en el Archivo de Simancas que menciona la alquería de la Hoz de los Patones (hoy Patones de Arriba) integrada por 7 vecinos.
Patones desde su origen perteneció a la Villa de Uceda y estuvo bajo su jurisdicción hasta 1769. El 3 de Agosto de 1769 Carlos III les concede el título de lugar o aldea independiente de la Villa de Uceda.
Una vez conseguida la independencia de Uceda ya pueden tener alcalde propio. Era la
familia de los Prieto quien tenía la prerrogativa de ser la que administraba justicia y gobernaba hereditariamente, eligiéndose para tal objeto al varón mayor de ella, al que llamaban rey.
Hay quien cuenta que en la época de la invasión francesa, y debido a su situación geográfica, Patones de Arriba había quedado oculto y no había sido visto por el
ejército francés. Pero, parece ser que existen documentos que dan cuenta de los tributos pagados a los destacamentos franceses cercanos: en concreto el pago de una
vaca y la asignación de 50 libras de carne al destacamento francés de
Torrelaguna.
Uno del los hechos más importantes que afecta a Patones durante el Siglo XIX son las primeras obras de canalización de
agua a
Madrid, a partir de entonces, denominado
Canal de Isabel II. Se construye la presa del Pontón de la Oliva y se van realizando alguno de los tubos y
acueductos que hoy se pueden ver por los barrancos de Patones,
Torremocha y Torrelaguna.
Patones de Arriba tiene la declaración de Bien de Interés Cultural, por lo que le otorga la máxima protección que contempla la ley de Patrimonio Histórico Español.
¿Por qué se habla de Patones de “Arriba” y Patones de “Abajo”? La
historia de esta localidad nos da la respuesta: “Patones” tiene sus orígenes en el siglo XVI, cuando se construyó un pequeñísimo núcleo de
casas en plena
sierra utilizando pizarra negra y adaptándose al terreno escarpado y rugoso de la sierra.
Era una región tan “aislada y remota” que tuvo sus propios reyes hasta 1750 y luego el alcalde tuvo poderes casi de monarca, de ahí que también se lo conozca como el “Reino de Patones”. Es más, cuentan las leyendas que ni los soldados franceses lograron encontrar el pueblo durante la Guerra de la Independencia, por ello fue el único pueblo español que se salvó de ataques y asedios.
Tras la Guerra Civil, todos sus habitantes – principalmente ganaderos y agricultores- abandonaron sus casas en la sierra y se trasladaron a la parte baja, en la vega del río Jarama, creando así “Patones de Abajo”. Construyeron un pueblo más moderno, mejor comunicado y que se adaptaba mejor a las necesidades de ese momento. Al haber creado este “Patones de Abajo”, apodaron al otro (al que está encaramado en la sierra) como el “de Arriba”. Lógica aplastante.
¿Qué pasó con Patones “de arriba” cuando todos se mudaron y crearon el Patones de “abajo”? Pues quedó abandonado durante años, hasta que en 1999 fue declarado Bien de Interés Cultural, comenzando así todo el proceso de rescate, recuperación y rehabilitación (con su consecuente masificación turística).
Hoy este encantador pueblo nos invita a pasear por sus empedradas y empinadas
calles, conocer más sobra la
arquitectura negra, hacer alguna ruta de senderismo y, por supuesto,
comer. Hay más
restaurantes que casas en Patones, así que eso ya te da una pista sobre cuál es la actividad favorita de los visitantes: comer.
Pero antes de comenzar a explorar la zona, te daré el mejor consejo que te puedo dar: si vas en
coche, intenta ir bien temprano (llegar antes de las 10am por ejemplo) y aparca en Patones de Abajo. Una vez allí, hay una ruta de senderismo corta y fácil de hacer -llamada “Senda Ecológica del Barranco”- que te lleva a la parte alta.