Se han encontrado en el término municipal evidencias fósiles de población, como pequeñas hachas votivas, punzones de hueso y otros utensilios del neolítico y de la Edad del Bronce. En cuatro arroyos afluentes del
río Guadalix han aparecido unos cien círculos de unos 50 cm tallados en la
piedra, y también se han encontrado restos
romanos y visigodos, quienes dejaron su evidencia en un fragmento de broche de cinturón en bronce del siglo VII. Pero la verdadera
historia de
Pedrezuela comienza a finales del siglo XIII.
Tras la conquista de
Toledo, en 1085, y la pacificación definitiva entre el Duero y el Sistema Central, las ciudades experimentaron un fuerte crecimiento económico, entre ellas
Segovia que desarrolló una potente cabaña ovina que la llevó a una expansión territorial en busca de nuevos pastos. Como era habitual en este costado de
Madrid, y aprovechando la voluntad repobladora de Alfonso VI, el Concejo de Segovia trata de repoblar la zona con pastores segovianos. Esto ocasionó violentos enfrentamientos con el Concejo de Madrid en los últimos decenios de mil doscientos.
En 1328 surge un enfrentamiento entre Alfonso XI y el Infante Don Juan Manuel, primo hermano del rey. Las tropas del Infante arrasan
campos castellanos para debilitar a la corona, entre ellos Pedrezuela, donde queman la cosecha y destruyen el asentamiento, matando a parte de los vecinos y quedando despoblada. Los supervivientes acuden al Concejo de Segovia solicitando amparo y un privilegio oficial para poder repoblar con tranquilidad. El 3 de diciembre de 1331, el Concejo de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, reunido en la
iglesia de
San Miguel, concede Privilegio de Repoblación a Pedrezuela, eximiéndoles de todo pago de impuestos, durante los diez primeros años, a todos y cada uno de los vecinos que allí fueran a repoblar.
Este Privilegio, manuscrito original en pergamino de cuero con letra de siglo XIV, se conserva en el archivo municipal del
ayuntamiento, como un tesoro único en la provincia de Madrid.
El sueño segoviano de hacer una importante puebla en Pedrezuela, pronto desapareció pues, concluido el tiempo de franquicia de los diez años libres de impuestos, pasó en 1366, junto a San Agustín, a formar parte del señorío de los Mendoza, Marqueses de Santillana y Duques del Infantado. Hijos ilustres de esta
casa que señorearon nuestro municipio, fueron don Iñigo López de Mendoza, primer marqués de Santillana y conocido poeta del siglo XV y don Pedro González de Mendoza, obispo de Calahorra y consejero de los Reyes Católicos, conocido en su época como tercer rey de
España tras Isabel y Fernando y el Cardenal Cisneros.
Don Pedro González de Mendoza, la intercambia por otras posesiones, en 1461, a Diego Arias Dávila, Contador mayor de Enrique IV de Castilla. Su hijo Juan Arias de
Ávila fue el primero de los Condes de Puñonrostro, en cuyo señorío permanece la villa hasta la abolición en el siglo XIX de los privilegios señoriales.
Pedrezuela permanece agrícola y ganadera hasta que en la década de los 60, la construcción del
embalse de Pedrezuela, que entra en servicio en 1968, potencia la emigración a la capital y, más adelante, el turismo de fin de semana.
Se han encontrado en el término municipal evidencias fósiles de población (se cree que nómada) de los períodos neolítico y del bronce. En cuatro arroyos afluentes del río Guadalix han aparecido unos cien círculos de unos 50 cm tallados en al piedra, además de utensilios. Se han encontrado además restos romanos y visigodos.
PEDREZUELA: v. con ayunt. de la prov. y aud. terr. de Madrid (8 leg.), part. jud. de Colmenar Viejo (3), c. g. de Castilla la Nueva, dióc. de Toledo (20). SIT. al N. de una pequeña ladera, sobre pizarra arenisca, arcillosa y blanda; la combaten con más frecuencia los vientos N. y O., y su CLIMA frío, es propenso por lo común a pulmonías y dolores de costado. Tiene 114
CASAS de mediana construcción; casa de ayunt., que sirve a la par de cárcel;
escuela de primeras letras común a ambos sexos, a la que concurren de 30 a 40 alumnos, dotada con 25 fan. de trigo de retribución, y una igl. parr. (San Miguel) con curato de entrada y provisión de la magistral de Alcalá, y un capellán que nombra el ayunt.; en los afueras de la pobl. se encuentra una
ermita (la Veracruz) propia de la cofradía de Sta. Ana; el
cementerio, que no perjudica a la salud pública, y una
fuente con 2
caños y su
pilón de buenas
aguas, las cuales utilizan los vec. para sus usos y el de los
ganados. Confina el TERM: N. Guadalix y
el Vellón; E.
El Molar; S. San Agustín, y O. Colmenar Viejo; se extiende 1 leg. de N. a S. é igual dist. de E. a O., y comprende un desp. titulado las Cabezuelas; bastante
monte de chaparro y enebro; varios prados cerrados no lejos del
pueblo, en los cuales se ven muchos álamos negros, que presentan un golpe de vista agradable en el
verano; una deh. de propios, llamada boyal, que se extiende 1/2 leg. en todas direcciones y cercada por una pared de vara y cuarta de altura; algún viñedo y diferentes prados naturales, que crían yerba fina y trebol; atraviesa el térm. el r. Guadalis, sobré el que se encuentra un
puente de piedra de un ojo. El TERRENO es montuoso, desigual, arenisco y de inferior calidad,
CAMINOS: los que dirigen a los
pueblos limítrofes; pasando a 1,000 pasos de la publ. la
carretera general de Madrid a
Francia; el
CORREO se recibe en el Molar por balijero, que paga el ayunt. de los fondos de propios, PROD.: trigo tranquillón, centeno, vino, algarrobas, garbanzos, patatas y guisantes; mantiene
ganado lanar churro y
vacuno; cría
caza de liebres, conejos, perdices, otras aves, lobos y zorras, y
pesca de cachos y barbos, IND.: la agrícola, 3
molinos harineros y carboneo. El
COMERCIO está reducido a la exportación de lo sobrante, e importación de los artículos de que se carece, POBL.: 103 vec, 498 alm. CAP. PROD.: 2.232,510 rs. IMP.: 101,636. CONTR.: según el cálculo general y oficial de la prov., 9'65 por 100. El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende de 2,800 a 3,000 rs., que se cubren con el producto de propios.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1845.