Es cierto lo de la gente, y cierto lo del lugar. La lástima es que, al ritmo que lleva, todos aquellos espacios que tanta admiración causaron a quienes pasaron por aquí, no serán nada más que recuerdos. Que echen si no una ojeada a las calles nuevas estrechas y sin aceras, al estado de los servicios, (Teléfono, correo, salud, colegios) o pregunten por las necesidades de ocio y recreo de los más jóvenes.