Monasterio Pelayos de la Presa (
Santa María la Real de Valdeiglesias)
Los orígenes del Monasterio se remontan, según la
tradición, a la época de los reyes visigodos. Hay constancia de que fue intensa la vida eremítica de aquellos tiempos y que ésta fue tierra de godos.
Este primer núcleo de eremitas pudo haber sido el origen de la Comunidad benedictina, que poblaba el
valle da las
iglesias, (constituida por doce eremitorios regidos por un Abad) en el momento de la fundación del Monasterio.
Un Privilegio Real de fundación, fechado en
Toledo el 30 de noviembre de 1150 por el que se fundaba el Monasterio de Valdeiglesias, para lo cual deberían agruparse los doce eremitorios en uno solo, el de la Santa
Cruz, constituyendo una única comunidad, sometida a la regla benedictina y regidos por un Abad,
Abad Guillermo.
En 1177 el Monasterio fue incorporado a la Orden del Cister bajo los auspicios del Rey Alfonso VIII, el de las Navas, Rey de
León. En la disciplina de esta Orden permanecería el Monasterio hasta el final de su vida activa.
En el Monasterio de Valdeiglesias sus siete siglos de vida activa fueron dejando reflejados, en mayor o menor medida, todos los estilos arquitectónicos surgidos, en
España, a lo largo de ese largo periodo; desde el
románico del siglo XIII al barroco de principios del XVIII.
La
arquitectura del
Monumento responde, en su integridad, a la tipología usada en su época para los
monasterios benedictinos y cistercienses.
J. J. C.