Trabajo todo el día en Madrid y allí las cosas no son mejores que en Perales, existe una especie de ansiedad estrés y temor a detener el coche un minuto porque al minuto siguiente tienes a un policía, un agente de movilidad o un agente de estacionamiento regulado acechándote para multarte al más mínimo descuido que tengas y la broma es como para temblar 300 euros por dejar un 30 segundos el coche en doble fila, con estas tarifas en multas será la principal fuente de ingresos del ayuntaminetro de Madrid, ahora los atracos en la ciudad de Madrid son institucionales y por supuesto legales, es verdad que Perales esta abandonado pero por lo menos no te sientes perseguido.