Suntuoso sepulcro donde guardar los restos de del hombre más poderoso de
España en una determinada época, que no se corresponde con la austera vida que siempre llevó el franciscano Francisco Jiménez de Cisneros. A pesar de haber alcanzado en vida las más altas responsabilidades en el gobierno de país -dos veces regente-, Cardenal y Arzobispo de
Toledo, Inquisidor General de Castilla, siempre fue sencillo y apartado de la ostentación. ¿Qué diría de este derroche de
arte, mármol y ostentación tan lejos
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