Santo Domingo, además de sus obras buenas como vestir los pobres y consagrar la
iglesia de
Santa María de Cañas, hizo numerosos milagros antes de y despues de su muerte. El curó veinte y seis endemoniados, doce enfermados, diez y nueve ciegos, catorce cojos, ocho problemas con una mano, siete paralícos, cuatro mudos, un epiléptico, tres hinchados, cinco bocas torcidas, tres jorobados, un leporoso, una sordomuda, un sordo, un deforme, un inválido, la disentería en alguien y la cegura en un ojo. También
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