El uso de este té se halla muy extendido en España en los territorios de la antigua Corona de Aragón. Su tisana es muy apreciada, y tiene un agradable olor alcanforado, con un sabor un poco amargo. El té de roca no fue conocido por Dioscórides y por otros autores de la antigüedad clásica, pues no se cría en la región mediterránea oriental.
Hábitat: propio de los países del Mediterráneo occidental. En España abunda en Cataluña, Aragón y Valencia, especialmente en zonas montañosas de vegetación...