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PRADENA DEL RINCON: LA PERPETUA AMARILLA. La perpetua amarilla es una...

LA PERPETUA AMARILLA.
La perpetua amarilla es una hierba o pequeña mata perenne, ramosa, de tallos no muy altos, erguidos o tumbados y hojas muy angostas y blanquecinas, como toda la planta. En la sumidad de los vástagos se forman unas cabezuelas pequeñas que nacen muy pegadas unas a otras.

Es una especie que cuenta con variedades que pueden llevar a confusión si no se conocen bien. Se cría en los collados y laderas de todo tipo de terrenos.

La perpetua florece a finales de la primavera y prolonga su floración durante gran parte del verano. Para su recolección se debe esperar a que la planta esté florida, pues lo que interesan son las sumidades floridas. Una vez recolectadas, se ponen a secar a la sombra o en secadero artificial -recordando siempre que no deben alcanzarse temperaturas muy altas, ya que se pueden alterar los principios activos que contiene. Por último, se conserva en lugares herméticos y, si es posible, alejados de la luz.

La composición de la perpetua es muy compleja y no merece la pena entrar en detalles sobre ella. No obstante, podemos comentar que tanto en los vástagos como en las cabezuelas se ha hallado una esencia que se encuentra en mayor concentración en los tallos, aunque estos datos pueden variar en función de dónde provenga la planta. Desde siempre se le han reconocido sus virtudes para combatir catarros y demás molestias relacionadas. Es pectoral, febrífugo, antitusígeno, antiséptico y antiinflamatorio. Todas estas acciones las ejerce de una manera bastante suave, destacando entre ellas su poder contra los accesos de tos. Se suele emplear en cocimiento y otras formas orales líquidas. En algunas zonas se preparan infusiones a base de esta y otras plantas, que gozan de mucha popularidad. El único problema de este tipo de preparados estriba en que si la persona presenta una sintomatología muy aguda, posiblemente deberá ponerse en manos de algún especialista que le recete una medicación mas fuerte, pues estas tisanas preparadas a base de hierbas ejercen una acción muy suave.

Infusión: A partir de las cabezuelas se prepara una infusión, añadiendo a una taza de agua hirviendo un puñado de la planta; se deja enfriar y se edulcora a gusto de cada cual, tomando cuantas infusiones se deseen, a pequeños sorbitos.

Cocimiento: Se prepara de igual manera que la anterior, solo que dejando cocer la mezcla unos 10 minutos.

Antitusígeno. Antiinflamatorio. Antiséptico.