Esta zona de la Sierra, denominada Sierra Pobre y recién
bautizada como Sierra del Rincón, sufrió durante muchos años
el abandono y la despoblación. Hoy, gracias al turismo rural,
sus pueblos exhiben toda su belleza. Tal vez, ese aislamiento
de la capital, haya permitido a estas poblaciones permanecer
ancladas en el tiempo, manteniendo viva su arquitectura
tradicional. A ello se une un fabuloso plan de rehabilitación
y el deseo de los vecinos de estas poblaciones por encontrar
un medio alternativo de subsistencia. Al modo de vida
tradicional, basado fundamentalmente en la ganadería se ha
añadido de forma considerable la creación de numerosos
alojamientos rurales y restaurantes que ermiten al visitante
disfrutar de la zona.
bautizada como Sierra del Rincón, sufrió durante muchos años
el abandono y la despoblación. Hoy, gracias al turismo rural,
sus pueblos exhiben toda su belleza. Tal vez, ese aislamiento
de la capital, haya permitido a estas poblaciones permanecer
ancladas en el tiempo, manteniendo viva su arquitectura
tradicional. A ello se une un fabuloso plan de rehabilitación
y el deseo de los vecinos de estas poblaciones por encontrar
un medio alternativo de subsistencia. Al modo de vida
tradicional, basado fundamentalmente en la ganadería se ha
añadido de forma considerable la creación de numerosos
alojamientos rurales y restaurantes que ermiten al visitante
disfrutar de la zona.