Tú, como las buenas madres,
Sabes, desde tu retiro,
Lo que ocultan, lo que callan
De los pasos de tu hijo:
Las curaciones en sábado,
Sembradoras de conflictos
Entre fieles seguidores
De los preceptos rabínicos;
La amistad con Magdalena,
Pecadora en un prostíbulo,
Y con la samaritana,
Oriunda de un pueblo impío,
A la que se reveló
Como el Hijo del Altísimo;
La predicción de la guerra
De los padres con los hijos;
La destrucción del amado
Templo del pueblo judío,
Que en tres días,...