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PUEBLA DE LA SIERRA: Itinerarios por la Puebla de la Sierra RUTA...

Itinerarios por la Puebla de la Sierra




RUTA 1- Conociendo La Puebla.

Iniciamos este pequeño recorrido en la plaza del pueblo, desde donde comenzaremos a callejear, y a descubrir los atractivos rincones hasta llegar a la calle de la fuente de Abajo.

Desde esta calle podemos disfrutar de unas atractivas vistas de las huertas y de los linares; de la ribera y su cambio de coloración; de las laderas de la Peña de la Cabra y de la dehesa del pueblo.

Continuamos bajando la calle y a pocos metros después de salir del núcleo urbano, llegamos a la Fuente Vieja (levantada en 1589), con una sencilla bóveda de lajas que cubre el pilón de sillería, y a la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad. Desde aquí (baliza noº1), debemos coger la carretera y volver al pueblo por la carretera de Robledillo de la Jara y en la primera curva, donde encontramos un pilón - abrevadero, tomaremos la senda que asciende junto al arroyuelo.

Esta senda rodea el pueblo por las callejas que conducen a las huertas, cercadas por los muros de piedra. Aquí podemos descubrir la rústica Fuente de la Pazuela que se alimenta del agua que mana por la fisura de la roca. La senda vuelve a entrar en el pueblo desde donde recomendamos pasar por la calle Pradillo, para bajar por la calle de la Fragua.

En esta calle, como era de esperar, se encuentra la fragua del pueblo, recientemente reconstruida. Podremos conocer los útiles característicos de este trabajo artesano (bigornia, yunque, fuelle, ...) y recibir cursos de iniciación al oficio.


RUTA 2- De paseo por los Linares.

El itinerario parte por la senda que sale desde la Carretera a Prádena, junto al Arroyo de la Cuesta. El principio del recorrido discurre junto a un frondoso bosque de ribera, con predominio de álamos temblones y cerezos de buen porte con algunos troncos cubiertos por hiedras.

Junto al puente que cruza el arroyo descubrimos un atractivo tocón de nogal centenario con abundantes renuevos. Continuamos por la senda y, dejando atrás los álamos y los rebollos, pasamos junto a las huertas donde se siguen cultivando hortalizas y legumbres. Debemos fijarnos en las mimbreras (sauces muy podados y de poca talla) que son utilizados como setos y que se usan para obtener el mimbre (ramas jóvenes) de los trabajos de cestería.

Continuamos nuestro paseo entre las huertas, donde los setos de endrinos y ciruelos silvestres proporcionan sombra al recorrido. Después de llegar a una pradera donde parece que se acaba el camino, debemos atravesar el bosquete de melojos para coger una senda que bajará por la ladera de los Linares.

Junto a la senda discurre la reguera que riega estos huertos y linares, con el agua almacenada en el estanque del Cerradillo. Al continuar la senda llegamos a unos prados donde podemos disfrutar de unas bonitas panorámicas del pueblo.

La senda nos conducirá junto al parque infantil y a las casas construidas para los trabajadores forestales que repoblaron sus sierras, hoy reconstruidas y acondicionadas como alojamiento turístico. Muy cerca se encuentra el lavadero del pueblo, donde agradeceremos un buen trago de agua fresca, antes de volver al pueblo.