En una zona de valles encajados, al norte de Madrid, se encuentra el municipio de Redueña. Su entorno, que presenta una orografía muy plegada, está situado al comienzo de las estribaciones de la Sierra de La Cabrera, dentro de la Sierra de Guadarrama. Las principales alturas son el monte de Redueña, el Pico del Regalo, el alto de los Pezuelos y, al norte, El Portachuelo. La población se asienta en una plataforma entre dos barrancos: el del Chorrillo y el del Moral.

El único curso fluvial que baña el término es el Arroyo de las Huertas. En su cauce aparecen zonas dispersas de huerta y regadío. El Canal Alto de Isabel II atraviesa el término de Norte a Sur.

El norte del término, constituido por granitos y gneis, tiene una vegetación de pastos, matorrales, encinas, enebros, jaras y cantuesos. En el Sur, dominan especies de secano, matorral espinoso y bosques mixtos de encinas y quejigo.

Pza. de la Villa, 1 - Tel.: 91 843 84 07

- Iglesia de San Pedro Advíncula, de estilo renacentista y barroco, con restos góticos. Sencillo templo de piedra caliza, construido entre los siglos XIV y XV. Tiene muros de mampostería y sillería, una nave cubierta con bóveda barroca de cañón con lunetos, y arco triunfal de medio punto. Hornacinas con nichos renacentistas en su interior y una imagen románica de la Virgen con el Niño. La portada de la epístola es renacentista, con herrajes.

- El Potro de Herrar, recuperado recientemente, está compuesto por cuatro postes verticales de piedra, que soportan vigas de madera que permitían amarrar a los animales para herrar o curar.

- Cruz Gótica, de finales del siglo XV, se encuentra en el cementerio, sobre una columna decorada.

El 14 de septiembre se celebran las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Salud. Se celebra la Semana Cultural con exposiciones, talleres, representaciones de danza y teatro, verbenas y fuegos artificiales.

Santa Lucía, el 13 de diciembre, patrona del pueblo. Antiguamente se celebraba una luminaria y se acompañaba de limonada y chocolate. Hay verbena popular.

Poco se sabe sobre el origen del nombre de Redueña. La mayoría opina que proviene de una señora que era "dueña y redueña".

Los primeros indicios de presencia humana datan del Paleolítico Inferior, según consta en la Carta Arqueológica del pueblo. También ha aparecido algún resto del Neolítico.
De la época celta queda algún resto en la zona del río y en la dehesa. Indicios romanos se pueden encontrar en el casco del pueblo y en la Iglesia se han hallado restos visigóticos.
Del Bajo Medievo, también se pueden encontrar restos, sobre todo en ambas márgenes del río, así como la casi desaparecida Ermita de Santa Lucía.

Los vecinos hubieron de pechar dos veces para recuperar el dominio del lugar ante las sucesivas ventas reales a personajes principales. La primera fue en el siglo XVI, cuando el pueblo fue vendido por Felipe II. Poco tiempo después, los habitantes consiguieron recuperarlo pagando una elevada cantidad de maravedíes.
En el primer cuarto del siglo XVIII, ocurrió algo similar, el pueblo fue vendido al Oidor de Valladolid, don Baltasar Gilimón de la Mota, durando la venta hasta 1738. En el 39, el rey le concedió al pueblo el privilegio de villazgo.

De sus canteras salió la piedra que permitió dar forma a la Fuente de Cibeles y la de Apolo, en el madrileño Paseo del Prado, en los años 1739-1740.

Sendero de Interpretación es una senda de aproximadamente 2 kilómetros, que transcurre por el camino del Canal de Isabel II y atraviesa la Dehesa Boyal.