Mientras se esperaba que empezaran los
fuegos artificiales en honor de
San Isidro en el estanque del Buen
Retiro, el
monumento lo iluminaron de luces de
colores que iban cambiando en función de la
música que iba sonando, fue un espectáculo muy agradable de ver, y así la espera se hizo más corta, había que coger sitio y esperar a que anocheciera para poder apreciar en toda su plenitud los fuegos artificiales.