En esta historia, no hay ríos, ni grandes espacios. Tampoco montañas (aún) ni valles, ni colinas. Solo, mar, playa y ciudad: Las Palmas. En "En la Isleta" aquel acantilado, que llamamos NUESTRO, con su diminuta playa. el rumor de las olas y el vuelo de las gaviotas por encima de nuestras cabezas.
"! Eres muy hermosa! Te había dicho mese antes. Me miraste fijamente, tal vez extrañada de mi atrevimiento. Fue en el baile aquel de La Isleta, formaba parte de mi misión. Solo estaba de paso... me miraste ... (ver texto completo)
"! Eres muy hermosa! Te había dicho mese antes. Me miraste fijamente, tal vez extrañada de mi atrevimiento. Fue en el baile aquel de La Isleta, formaba parte de mi misión. Solo estaba de paso... me miraste ... (ver texto completo)