Durante el reinado de Isabel II (1830-1904) se acometieron varias reformas en el
Retiro, como la apertura del
Paseo de las
Estatuas. Su nombre se debe a las
esculturas de sus flancos, perteneciente a la serie de reyes españoles creada en la primera mitad del siglo XVIII, para decorar las cornisas del
Palacio Real de
Madrid.
Las figuras fueron realizadas por varios autores, bajo la dirección de los escultores Juan Domingo Olivieri (1706-1762) y Felipe de Castro (1711-1775). Después de ser instaladas en el palacio, Carlos III (1716-1788) ordenó retirarlas, al considerar que adornaban en exceso. Tras permanecer varias décadas en depósito, en 1843 fueron recuperadas y ubicadas en diferentes puntos de Madrid, además de en otras ciudades españolas. En la capital pueden verse también en la
Plaza de Oriente y en los
Jardines de Sabatini.