Fue creado en la primera mitad del siglo XVII como uno de los elementos paisajísticos más relevantes del Buen
Retiro, una antigua posesión de la Corona española surgida durante el reinado de Felipe IV (1605-1665). Su titularidad corresponde, desde el año 1868, al
Ayuntamiento de
Madrid, al igual que los espacios ajardinados sobre los que se conformó el
parque público actual.
Dispone de un embarcadero que posibilita la navegación recreativa y la celebración de competiciones de remo y piragüismo. En sus orillas se encuentran el
Monumento a Alfonso XII y la
Fuente Egipcia.