Luz ahora: 0,12501 €/kWh

Lago de la Casa de Campo, RETIRO

Lago de la Casa de Campo.
En la fotografía, lado oriental del lago y al fondo panorama urbano de Madrid (Torre de Madrid, Edificio España, Palacio Real).
El lago de Casa de Campo ocupa una superficie de 80.150 m², lo que significa que es 2,15 veces mayor que el Estanque Grande del Parque del Retiro, y tiene un volumen de agua de 164.883 m³ y está dentro de una de las superficies forestales más extensas de Madrid como la Casa de Campo.

Su profundidad media es de 2,85 metros, con un máximo de 4,50 y un mínimo de 1,20 metros. Aunque históricamente el lago se ha alimentado del arroyo Meaques, por medio de canalizaciones, en el momento actual se abastece del Canal de Isabel II, la empresa que gestiona el suministro de agua en la Comunidad de Madrid.

Este Lago se remonta a la conjunción parcial de una serie de embalses primitivos, construidos en el año 1560 por Pierre Jasen y Adrian van der Müller, dentro del proyecto paisajístico que Felipe II encomendó al arquitecto Juan Bautista de Toledo, para el acondicionamiento del Real Sitio de la Casa de Campo.
Dispone de un embarcadero, que posibilita la navegación recreativa, y está habilitado para la práctica de ciertos deportes, como el remo olímpico, el piragüismo, el kayak-polo, la pesca deportiva con retorno o el triatlón.

Casa de Campo.

La Casa de Campo pertenece al distrito de Moncloa-Aravaca.
Es un jardín histórico y el mayor parque público de Madrid.
Tiene una extensión de 1722,6 hectáreas. Duplica la extensión del Bosque de Bolonia, en París, y casi duplica también la del Parque Forestal de Monsanto, en Lisboa; es cinco veces más grande que el Central Park de Nueva York y 6,5 veces más grande que Hyde Park de Londres.
La Casa de Campo se originó como tal en 1519, cuando Francisco de Vargas y Medina, señor de la Casa de Vargas, mandó construir una residencia en las riberas del río Manzanares, junto a la desembocadura del arroyo Meaques, en terrenos que eran propiedad de su linaje. Se trataba de una casa de campo, en la línea de las villas y casinos italianos de la época.
Antes de que en 1561 Felipe II estableciera la capitalidad en Madrid, el emperador Carlos I pasó largas temporadas en el Palacio de los Vargas.
Habida cuenta de su cercanía con el Real Alcázar (residencia oficial de la familia real), Felipe II mandó comprar las fincas próximas al Alcázar con la intención de integrarlas dentro de una gran masa forestal que pusiera en contacto el Alcázar con el Real Sitio de El Pardo. Esta franja territorial, además de preservarle de la exposición pública le posibilitaría su esparcimiento personal, y le permitía la práctica de la caza dada la riqueza cinegética de la zona.
Y desde entonces, la Casa de Campo fue propiedad histórica de la Corona Española y coto de caza de la realeza.
Tras la proclamación de la Segunda República, estos terrenos fueron cedidos por el Estado al pueblo de Madrid (1 de mayo de 1931), estando desde entonces abierto al público.
El conjunto de la Casa de Campo fue declarado en 2010 Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid.
La normativa del Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Madrid, de 1997, lo cataloga como parque histórico.