RETIRO: Y, por acabar, llegué al postrer capítulo, que decía...

Cuando despiertes un día
y sientas que no puedes más,
que en el nombre del de arriba
tu vida van a manejar.

Si sientes que el miedo se pega a tu piel
por ser comunero y justicia querer,
si te rindes hermano, por ti nunca pensarás.

Cuando vayan a pedirte
los diezmos a fin de mes,
y la Santa Inquisición
te "invite" a confesar.

Por eso amigo tú alza la voz,
di que nunca pediste opinión
y si es verdad que existe un Dios
que trabaje de sol a sol.

Ponte en pie
alza el puño y ven
a la fiesta pagana
en la hoguera hay de beber.

De la misma condición
no es el pueblo que un señor,
ellos tienen el clero
y nosotros nuestro sudor.

Si no hay pan para los tuyos
y ves muy gordo al abad,
si su virgen viste de oro,
desnúdala.

Cómo van a silenciar
al jilguero o al canario
si no hay cárcel ni tumba
para el canto libertario!

Ponte en pie
alza el puño y ven
a la fiesta pagana
en la hoguera hay de beber.

De la misma condición
es el pueblo que un señor,
ellos tienen el clero
y nosotros nuestro sudor.

Ponte en pie
alza el puño y ven
a la fiesta pagana
en la hoguera hay de beber.

De la misma condición
es el pueblo que un señor,
ellos tienen el clero
y nosotros nuestro sudor.

Ponte en pie
alza el puño y ven
a la fiesta pagana
en la hoguera hay de beber.

De la misma condición
es el pueblo que un señor,
ellos tienen el clero
y nosotros nuestro sudor.

Y, por acabar, llegué al postrer capítulo, que decía así:

«Pero advirtiendo con ojos de piedad a que hay tres géneros de gentes en la república tan sumamente miserables que no pueden vivir sin los tales poetas, como son farsantes, ciegos y sacristanes, mandamos que pueda haber algunos oficiales públicos de esta arte, con tal que puedan tener carta de examen de los caciques de los poetas que fueren en aquellas partes, limitando a los poetas de farsantes que no acaben los entremeses con palos ni diablos, ni las comedias en casamientos, ni hagan las trazas con papeles o cintas, y a los de ciegos, que no sucedan en Tetuán los casos, desterrándoles estos vocablos: cristián, amada, humanal y pundonores; y mandándoles que, para decir la presente obra, no digan zozobra, y a los de sacristanes, que no hagan los villancicos con Gil ni Pascual, que no jueguen del vocablo, ni hagan los pensamientos de tornillo, que mudándoles el nombre, se vuelvan a cada fiesta. Y finalmente, mandamos a todos los poetas en común que se descarten de Júpiter, Venus, Apolo y otros dioses, so pena de que los tendrán por abogados a la hora de su muerte».