PAÍSES TOTALITARIOS Y TORTURAS.
Si que llama la atención la frase de los siete magníficos cuando dicen, que Garzón usó métodos propios de países totalitarios.
Más que nada, llama la atención porque aquí, en España, se usa casi, si no todos los días, eso de poner micrófono en las cárceles para escuchar las conversaciones entre abogados y acusados ya enchiqueraos.
Es más, por sus órdenes, digo la de los jueces, se han pinchado y se siguen pinchando un montón de teléfonos cada día, y no precisamente de terroristas vascos o de gente de su entorno.
Sin ir más lejos, ahí están colgadas en youtube las conversaciones que mantenían los Correa y los Camps entre sí.
Quizá arguyan, que ordenan interceptar las comunicaciones dejando que la policía se cuelen hasta el cagódromo de tu casa, porque prevalece un interés superior, que es evitar se cometa o se continúe cometiendo algún delito, me parece muy, pero que muy requetebién, pero, entonces, ¿no es firme el alegato esgrimido por el al parecer ahora ya exjuez, cuando dice que las autorizó porque tenía fundados indicios de que los Gürtel ya en prisión, planeaban junto con sus letrados, no sólo ocultar las pruebas que los involucraban hasta los mismísimos tuétanos, sino que, además, pretendían poner a buen recaudo el botín que hasta entonces habían obtenido, y eso, no lo podían hacer los que estaban dentro, debido a sus circunstancias?
¿En qué país estarían pensando?
Para mi, que pensarían en uno que hasta los años ochenta o así del siglo pasado, no era necesario poner micrófono en las cárceles, ¿para qué?, si con cuatro hostias y varios zapatazos en los testículos, había gente que cantaba mejor que Caruso. Algunos se resistían y los ablandaban metiendo sus cabezas en remojo dentro de la taza del water clos durante un tiempo prudencial para que nos se ahogaran del todo, pero toda resistencia tiene un límite como bien sabían los que formaban parte de los tribunales de la Santa Inquisición, y si no, que se lo pregunten a algunos rojos y no tan rojos que sobrevivieron a esos persuasivos métodos de investigación y todavía están vivos.
Algunos de estos hombres ya mayores que han escrito y firmado eso por unanimidad, seguramente estarían pensando en otro país, tal vez lejano, pero es que, eso de torturar hasta la muerte a hombres y mujeres ya indefensos, cuando no eliminar sin más preámbulos y arrojarlos a una zanja que previamente les habían obligado a cavar, es precisamente uno de los motivos por los que el juzgador juzgado y condenado, se consideró autorizado por la Ley para instruir un sumario encaminado a depurar las responsabilidades en el que los autores de aquellos hechos incurrieron, previa muchas denuncias de los hoy representantes legales de los familiares de los entonces asesinados.
Que sí, que es verdad que se matan dos pájaros con una bala envenenada, pero muy bien lo tendrán que explicar a este pueblo dócil, mansito y obediente para quitarle de la cabeza, que “en este País”, tal como están las cosas en ese poderoso estamento encargado de administrar justicia, tardaremos mucho tiempo en poder decir sin que algunos hagan una mueca sardónica, que, “La justicia, que es un valor superior de nuestro ordenamiento jurídico, emana del pueblo y se administra en nombre del rey por jueces y magistrados, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente, al imperio de la Ley”.
Salud.
Si que llama la atención la frase de los siete magníficos cuando dicen, que Garzón usó métodos propios de países totalitarios.
Más que nada, llama la atención porque aquí, en España, se usa casi, si no todos los días, eso de poner micrófono en las cárceles para escuchar las conversaciones entre abogados y acusados ya enchiqueraos.
Es más, por sus órdenes, digo la de los jueces, se han pinchado y se siguen pinchando un montón de teléfonos cada día, y no precisamente de terroristas vascos o de gente de su entorno.
Sin ir más lejos, ahí están colgadas en youtube las conversaciones que mantenían los Correa y los Camps entre sí.
Quizá arguyan, que ordenan interceptar las comunicaciones dejando que la policía se cuelen hasta el cagódromo de tu casa, porque prevalece un interés superior, que es evitar se cometa o se continúe cometiendo algún delito, me parece muy, pero que muy requetebién, pero, entonces, ¿no es firme el alegato esgrimido por el al parecer ahora ya exjuez, cuando dice que las autorizó porque tenía fundados indicios de que los Gürtel ya en prisión, planeaban junto con sus letrados, no sólo ocultar las pruebas que los involucraban hasta los mismísimos tuétanos, sino que, además, pretendían poner a buen recaudo el botín que hasta entonces habían obtenido, y eso, no lo podían hacer los que estaban dentro, debido a sus circunstancias?
¿En qué país estarían pensando?
Para mi, que pensarían en uno que hasta los años ochenta o así del siglo pasado, no era necesario poner micrófono en las cárceles, ¿para qué?, si con cuatro hostias y varios zapatazos en los testículos, había gente que cantaba mejor que Caruso. Algunos se resistían y los ablandaban metiendo sus cabezas en remojo dentro de la taza del water clos durante un tiempo prudencial para que nos se ahogaran del todo, pero toda resistencia tiene un límite como bien sabían los que formaban parte de los tribunales de la Santa Inquisición, y si no, que se lo pregunten a algunos rojos y no tan rojos que sobrevivieron a esos persuasivos métodos de investigación y todavía están vivos.
Algunos de estos hombres ya mayores que han escrito y firmado eso por unanimidad, seguramente estarían pensando en otro país, tal vez lejano, pero es que, eso de torturar hasta la muerte a hombres y mujeres ya indefensos, cuando no eliminar sin más preámbulos y arrojarlos a una zanja que previamente les habían obligado a cavar, es precisamente uno de los motivos por los que el juzgador juzgado y condenado, se consideró autorizado por la Ley para instruir un sumario encaminado a depurar las responsabilidades en el que los autores de aquellos hechos incurrieron, previa muchas denuncias de los hoy representantes legales de los familiares de los entonces asesinados.
Que sí, que es verdad que se matan dos pájaros con una bala envenenada, pero muy bien lo tendrán que explicar a este pueblo dócil, mansito y obediente para quitarle de la cabeza, que “en este País”, tal como están las cosas en ese poderoso estamento encargado de administrar justicia, tardaremos mucho tiempo en poder decir sin que algunos hagan una mueca sardónica, que, “La justicia, que es un valor superior de nuestro ordenamiento jurídico, emana del pueblo y se administra en nombre del rey por jueces y magistrados, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente, al imperio de la Ley”.
Salud.