LAS TITIS, CON FERVOR
Como no tengo mil vidas
pero ando por la Red
me postrare junto a los píes
de las nenas con más gigas.
Seré, servidor conjonudo
que os tratará sin desdén
y os dará su cien por cien
si os molan duros maduros.
Donde digas, como digas,
nunca es demasiado
y me quedo desolado
si no salen buenas migas.
¿Cansarme yo? ¡P´ tú tía!
Admirando ese sostén
e imaginando ese vaivén.
Que no, que no me cansaría.
Siempre saldríamos a flote,
pues es preciso advertir
que estaría pendiente de ti
y de tan sugerente escote.
Lo mismo que un pasmarote
al que al sonreír resucitas
y con esos dientes de perlitas
lo pones de bote en bote.
Embelesarme quisiera con el brillo de tus ojos,
esos que me vuelven tan loco
que hasta me entra el sofoco
y babeo y excito con los nervios en manojos.
Si en tu ombligo hay una perla
sea de latón o preciosa,
no te la quites hermosa
que no quiero poseerla.
Que son adornos modernos,
y mi avaricia se encamina
hacia esa otra más fina
vertical puerta de avernos.
Hervidero de cuernos,
caverna insondable
de estancia tan agradable
que los más duros se tornan tiernos.
Como no tengo mil vidas
pero ando por la Red
me postrare junto a los píes
de las nenas con más gigas.
Seré, servidor conjonudo
que os tratará sin desdén
y os dará su cien por cien
si os molan duros maduros.
Donde digas, como digas,
nunca es demasiado
y me quedo desolado
si no salen buenas migas.
¿Cansarme yo? ¡P´ tú tía!
Admirando ese sostén
e imaginando ese vaivén.
Que no, que no me cansaría.
Siempre saldríamos a flote,
pues es preciso advertir
que estaría pendiente de ti
y de tan sugerente escote.
Lo mismo que un pasmarote
al que al sonreír resucitas
y con esos dientes de perlitas
lo pones de bote en bote.
Embelesarme quisiera con el brillo de tus ojos,
esos que me vuelven tan loco
que hasta me entra el sofoco
y babeo y excito con los nervios en manojos.
Si en tu ombligo hay una perla
sea de latón o preciosa,
no te la quites hermosa
que no quiero poseerla.
Que son adornos modernos,
y mi avaricia se encamina
hacia esa otra más fina
vertical puerta de avernos.
Hervidero de cuernos,
caverna insondable
de estancia tan agradable
que los más duros se tornan tiernos.