IGLESIA DEL CORTIJO
Nueva como si acabaras de nacer,
majestuosa, de perfectas aristas,
desde el altozano y a la vega tu vista,
te yergues al cielo como haciéndote ver.
Serrano te proyectó como mujer:
atractiva, bella, feminista
y templo del santo proteccionista
de este fértil campo que nos ve crecer.
Tu linterna al ventanal de la alegría,
suplica la clara unidad del amor,
supremo regalo del ser humano,
su mano de milagro cada día
sobre la mies y los frutales, Señor,
Dios del cultivo, el mayor Hortelano.
Nueva como si acabaras de nacer,
majestuosa, de perfectas aristas,
desde el altozano y a la vega tu vista,
te yergues al cielo como haciéndote ver.
Serrano te proyectó como mujer:
atractiva, bella, feminista
y templo del santo proteccionista
de este fértil campo que nos ve crecer.
Tu linterna al ventanal de la alegría,
suplica la clara unidad del amor,
supremo regalo del ser humano,
su mano de milagro cada día
sobre la mies y los frutales, Señor,
Dios del cultivo, el mayor Hortelano.