REAL CORTIJO DE SAN ISIDRO
De sol enamorado cuando asoma,
empapadas de luz como las flores
y de rojo y blanco sus colores,
se visten bodega, iglesia y casonas.
Más allá de la plástica en la loma,
la huella de arquitectos y pintores
ha hecho perla del campo y la Corona
y que guarde en la vega sus valores.
Imagen donde se aúnan campo y ciudad,
la paz del surco y la serenidad,
donde talladas quedan las miradas
al corazón entre vega y montaña,
encendida pasión del soto en llama
de unas reales ideas consolidadas.
De sol enamorado cuando asoma,
empapadas de luz como las flores
y de rojo y blanco sus colores,
se visten bodega, iglesia y casonas.
Más allá de la plástica en la loma,
la huella de arquitectos y pintores
ha hecho perla del campo y la Corona
y que guarde en la vega sus valores.
Imagen donde se aúnan campo y ciudad,
la paz del surco y la serenidad,
donde talladas quedan las miradas
al corazón entre vega y montaña,
encendida pasión del soto en llama
de unas reales ideas consolidadas.