Mirad la izquierda ha sufrido una peripecia a lo largo del siglo XX que puede calificarse de todo salvo de envidiable. Partidaria - o al menos muda - frente a dictaduras tan terribles como la soviética, la china o la cubana, durante las últimas décadas, sus miembros han ido optando masivamente por la defensa contumaz de lo indefendible, el silencio vergonzante frente a lo evidente o - no pocas veces - la entrega con armas y bagajes a otras visiones políticas más rentables. El panorama resulta por ... (ver texto completo)