
Historia
En origen Santa María de la Alameda era un conjunto de aldeas ganaderas, ya que es muy probable que un ramal de la Cañada Real Leonesa atravesara estas tierras siendo la actual Cruz Verde un sitio de descanso para los pastores trashumantes. Esto junto a las condiciones climáticas y los abundantes manantiales hizo que sus habitantes, cuyo gentilicio asignado es el de “serranos”, se dedicaran a la ganadería.
Santa María de la Alameda se divide en varios núcleos de población, conservando algunos de ellos su arquitectura serrana. Estos núcleos son Las Herreras, La Hoya, Navalespino, La Paradilla, Robledondo, Santa María de la Alameda y Santa María Estación —donde se encuentra la urbanización El Pimpollar—. Dentro del término municipal existen otros parajes como Umbría de los Gallegos y Molino Nuevo, ambos poblados; y La Cepeda —entre tierras abulenses y segovianas—, La Lastra y El Alaminejo, despoblados; de este último se cree que proviene el topónimo actual, posiblemente porque en su actual emplazamiento existiera una torre defensiva árabe.
Los orígenes de Santa María como tal se pueden remontar al siglo XIII después de que la Ciudad de Segovia adquiriera Villanueva de Toraza. El territorio perteneció durante sus primeros años de formación al señorío de Vela, dueños de las tierras de Robledo de Chavela. El primer censo de Santa María de la Alameda se hace en 1528 y ya el municipio cuenta con 92 habitantes.
En 1769 se independizó de Robledo de Chavela perteneciendo al Corregimiento de Segovia y a la vicaría de Toledo.
El establecimiento del ferrocarril desde 1863 constituye un impulso económico para Santa María surgiendo el núcleo de población en el entorno de la estación.
Hasta los años sesenta su economía se basaba en las explotaciones agropecuarias, actualmente su mayor actividad de servicios.
En origen Santa María de la Alameda era un conjunto de aldeas ganaderas, ya que es muy probable que un ramal de la Cañada Real Leonesa atravesara estas tierras siendo la actual Cruz Verde un sitio de descanso para los pastores trashumantes. Esto junto a las condiciones climáticas y los abundantes manantiales hizo que sus habitantes, cuyo gentilicio asignado es el de “serranos”, se dedicaran a la ganadería.
Santa María de la Alameda se divide en varios núcleos de población, conservando algunos de ellos su arquitectura serrana. Estos núcleos son Las Herreras, La Hoya, Navalespino, La Paradilla, Robledondo, Santa María de la Alameda y Santa María Estación —donde se encuentra la urbanización El Pimpollar—. Dentro del término municipal existen otros parajes como Umbría de los Gallegos y Molino Nuevo, ambos poblados; y La Cepeda —entre tierras abulenses y segovianas—, La Lastra y El Alaminejo, despoblados; de este último se cree que proviene el topónimo actual, posiblemente porque en su actual emplazamiento existiera una torre defensiva árabe.
Los orígenes de Santa María como tal se pueden remontar al siglo XIII después de que la Ciudad de Segovia adquiriera Villanueva de Toraza. El territorio perteneció durante sus primeros años de formación al señorío de Vela, dueños de las tierras de Robledo de Chavela. El primer censo de Santa María de la Alameda se hace en 1528 y ya el municipio cuenta con 92 habitantes.
En 1769 se independizó de Robledo de Chavela perteneciendo al Corregimiento de Segovia y a la vicaría de Toledo.
El establecimiento del ferrocarril desde 1863 constituye un impulso económico para Santa María surgiendo el núcleo de población en el entorno de la estación.
Hasta los años sesenta su economía se basaba en las explotaciones agropecuarias, actualmente su mayor actividad de servicios.