¡Un cuento, ! ¡un cuento ¡ Había una vez un pueblecito pintoresco y tranquilo. Los habitantes de ese
pueblo Vivian
felices. Su edil, hombre tranquilo y campechano, dedicaba la mayoría de su tiempo en solucionarles sus problemas y así colaborar en esa
felicidad, era atento y generoso con su tiempo y su simpatía. Amaba ese pueblo por lo bonito que era, los bosques circundantes, las
montañas, ese
cielo tan claro y limpio, le faltaba una
playa, pensaba, la arena la podía conseguir fácilmente pero
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