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Rastro de Tetuán de las Victorias, TETUAN

Rastro de Tetuán de las Victorias.

Cada domingo, uno de los destinos más frecuentados por los madrileños es su famoso Rastro de Cascorro. Un clásico que atrae a miles de madrileños y turistas hacia el barrio de La Latina. Pero ¿sabías que este no es el único mercadillo al aire libre en Madrid en un día festivo?
Si supieras que en el norte de Madrid, muy cerquita de la Plaza de Castilla, existe un auténtico mercadillo como los de toda la vida ¿quién se iba a resistir a venir por aquí una mañana de domingo?
Los que somos de Tetuán conocemos muy bien el secreto donde comprar accesorios para el hogar, ropa, calzado, plantas, libros, discos, bolsos, buena fruta y verdura, y a precios muy económicos. El rastro de Tetuán tiene todo esto, y mucho más.
Este mercadillo estuvo en la calle de Marqués de Viana hasta el 30 de enero de 2005, hasta que fue trasladado más al norte del distrito.
Después de El Rastro de Cascorro, es el mayor mercadillo callejero de Madrid.
Quizá, Tetuán no os pille lo suficientemente cerca a algunos, pero si un domingo por la mañana no tienes otra cosa mejor que hacer, te recomiendo una visita a este lugar, seguro te gustará. Entre sus casi 300 puestos podemos encontrar casi de todo, y tendremos tiempo y espacio para curiosear, comparar y regatear. Solo hay que saber buscar y moverse.
Todos los domingos y festivos del año desde las 9 hasta las 14 horas en la Avenida de Asturias.

Tetuán de las Victorias.

Un poquito de su historia:
Los orígenes de Tetuán se remontan a la Guerra de África, en 1860, cuando el ejército victorioso del general O'Donnell regresa de la contienda y acampa en la Dehesa de Amaniel (hoy día Dehesa de la Villa), mientras se preparaba la entrada triunfal en la capital (que nunca sucedió). Alrededor del campamento (que de provisional se iba convirtiendo en permanente) se fueron instalando comerciantes de productos de alimentación, y también merenderos estables a los que acudían en los festivos los vecinos de la capital. Y aquí nació el barrio conocido como “Tetuán de las Victorias” (por la ciudad marroquí de Tetuán, de donde regresaron los soldados participantes en dicha campaña).
Esta zona era la frontera de Madrid y pertenecía al pueblo de Chamartín de la Rosa. Pronto se estableció una plaza de toros que sobrevivió hasta la Guerra Civil.
Los elevados precios del suelo en la capital, forzados por la especulación derivada del Ensanche, llevaron a muchos de los que emigraban a Madrid a instalarse en Tetuán (como en otros barrios del extrarradio). Los tranvías y luego el metro se construyeron enseguida en Tetuán para rentabilizar el traslado de la mano de obra a la ciudad. La inauguración de la línea 1 del Metro Progreso-Cuatro Caminos en el año 1919, fue ampliada hasta Tetuán en el año 1929, lo que potenció el desarrollo del barrio.
En 1948, Chamartín de la Rosa fue incorporado a Madrid (junto a otros pueblos que hacían frontera con la capital). Tetuán se convierte en distrito independiente de la capital en la división de 1955 y manteniéndose como tal hasta hoy día.
Tetuán es muy heterogéneo, tanto arquitectónica como socialmente. En él podemos encontrar desde modernos rascacielos, en el complejo AZCA, centro financiero de Madrid, hasta pequeñas casas de tipología rural o semirrural, herencia del barrio en sus orígenes, en la zona oeste del distrito.
La calle Bravo Murillo, en su tramo desde la glorieta de Cuatro Caminos a plaza de Castilla, vertebra el distrito.