Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Inclusive se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias... La Casa de Postas
En la Plaza de Pontejos. Construido en época de Carlos IV por Pedro Arnal, entre 1795 y 1800. Este ejemplar neoclásico alberga hoy dependencias de la Comunidad de Madrid.