La mañana resurge
y el rocío,
como juguete de un mago,
aparece y desaparece
en un suspiro.
Cuando se rompe un sueño
no basta la fragancia de las rosas
ni la caricia de la brisa en la mañana
para sentir que existe vida todavía.
Vivir es otra cosa,
es amar la vida
y apasionarse,
es ir buscando retos
y conseguirlos,
es mirar las estrellas en una noche clara,
y emocionarse,
es escuchar el sonido del aire
y embelesarse,
es quedarse extasiada ante un amanecer
y enamorarse,
es escuchar el rumor del río
y relajarse,
y sobre todo,
es sentir galopar el corazón por una emoción
y dejarse llevar…
hasta embriagarse.
JJC
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