AQUELLA
TORMENTA NOCTURNA
Aquella terrible tormenta de las tres de la madrugada, saliendo de la ciudad de
Madrid, era tormenta visualizada, Por La Cuesta de las Perdices, las nubes se divisaban, y la
lluvia tormentosa muy deprisa descargaba. Autovía peligrosa, cunetas casi llenadas, el
agua siempre corriendo, la
carretera cruzaba. Rayos dejando su fuerza, entre luces marginadas, el agua como un torrente corriendo por las calzadas. Un matrimonio impotente ante la cruel
granizada, el automóvil patina
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