Sobre el origen del nombre del
pueblo circula una leyenda muy difundida que lo vincula a su fundación, en el siglo XVI, por un vecino de
Bustarviejo, llamado Juan Valdés y apodado "el manco" que, no pudiendo dedicarse a las labores del
campo, construyó una venta de imprescindible parada, a cinco kilómetros de su pueblo. Sus hijas se casaron con hombres de Bustarviejo y construyeron sus
casas junto a la de su padre.
El primer documento histórico en el que se encuentra una referencia a
Valdemanco, es el Libro de la Montería, que data de 1312 a 1350. En él se habla del
Valle del Albate y de la
Casa de Muño Manco, lo que conecta con la leyenda popular, pero adelantando el origen en dos siglos.
En los siglos siguientes numerosos textos acreditan la existencia de Valdemanco como conjunto de casas dependientes de Bustarviejo. La
historia de ambas está, durante mucho tiempo, estrechamente relacionada. En 1626, Bustarviejo fue declarada Villa y junto con sus anejos
Navalafuente y Valdemanco consiguió su independencia respecto a
Segovia, ciudad de la que dependía por estar integrada en su Comunidad de Villa y Tierra.
En 1840, siete años después de la estructuración en provincias del territorio español y de la asignación de Bustarviejo a la de
Madrid, la regencia del reino decretó la emancipación de Valdemanco que constituyó
ayuntamiento propio. En estos tiempos el pueblo contaba con 92 casas de construcción pobre, distribuidas en una
plaza y varias
calles. Contaba también con Ayuntamiento y
escuela privada. La población ascendía a 400 habitantes dedicados a las actividades agrarias (
huertas, frutales, cereales,...) y a la cría del
ganado. En 1910 la población había descendido a 343 habitantes y la situación urbana y económica se mantenía sin variaciones.
En las décadas siguientes se construyó la línea de ferrocarril Madrid-
Burgos que atravesaba la
Sierra de
La Cabrera, pasando por Valdemanco y el Valle del Lozoya. La influencia para Valdemanco fue más comercial que turística. El apeadero se cerró al poco tiempo, pero el ferrocarril se utilizó para dar salida al producto de las canteras de granito de la zona. Desde ellas se abastecían las numerosas obras públicas que se realizaban en Madrid. Las canteras, grandes
pozos a
cielo abierto, producen un gran impacto ambiental y paisajístico.
En los años 50 del siglo XX llegó el alumbrado público y se construyeron algunos
edificios de granito que mejoraron la imagen del pueblo. El pueblo contaba con 383 habitantes. Después de dos décadas de emigración hacia Madrid, se inició desde 1975 una recuperación.
VALDEMANCO: 1. con ayunt, en la prov. y aud. terr. de Madrid (9 1/4 leg.), part. jud. de Torrelaguna (2 4/2), c. g. de Castilla la Nueva, dióc. de
Toledo (21 1/2). SIT.
al O. de los cerros llamados de la Cabrera en una hondonada o pequeño valle; le combaten con más frecuencia los vientos N.; el CLIMA es frío, y sus enfermedades más comunes tercianas. Tiene 92 CASAS de mala construcción, distribuidas en varias calles y una plaza; casa de ayunt.; escuela de primeras letras común a ambos sexos, dotada con 4,200 rs., y una igl. parr.; (
San Roque) aneja de la de Bustarviejo, cuyo párroco la sirve; en los afueras se encuentra una
fuente de buenas
aguas. Confina el TÉRM. N. Lozuyuela; E. la Cabrera; S. y O. Bustarviejo; se entiende 1/2 leg. de N. a S., y 1 de E. a O., y comprende una deh. boyal de 500 fan. de extensión, perteneciente a los propios, y varios prados naturales, que crían buen heno. El TERRENO es de mediana calidad,
CAMINOS: los que dirigen a los
pueblos limítrofes, en mal e stado, pasando a 1 leg. de dist. la
carretera que de Madrid va a Burgos. El
CORREO se recibe en Buitrago por los mismos interesados, PROD.: centeno, algo de
frutas, patatas y legumbres; mantiene ganado lanar y
vacuno, y cría
caza de conejos y perdices. IND.: la agrícola y un
molino harinero, POBL.: 67 vec., 400 alm. CAP. PROD.: é IMP.: con Bustarviejo, de cuyo pueblo fue segregado posteriormente al año de 1842, en que se formó la matrícula catastral, POBL.: 67 vec., 400 almas.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de
España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid 1847.