Los vecinos de Valdemanco y La Cabrera conocen bien a este artista que hace unas esculturas monumentales que impresionan, al que visitan de vez en cuando otros colegas y coleccionistas que llevan sus obras para museos y jardines al aire libre. No es difícil verlo trabajar con buzo y máscara para evitar las chispas de la soldadura autógena cuando trabaja en sus obras, dentro de su recinto vallado. La figura humana, la incomunicación, la soledad, el abrazo, la crueldad o la violencia, son algunos de los temas tratados por este artista, que actualmente ha entrado en la pintura para reflejar el horror y la barbaridad de los atentados del 11-M.