Primer documento histórico en el que se encuentra una referencia a Valdemanco es el "Libro de la Montería" que data de 1312 a 1350. En él se habla del Valle del Albate y de la Casa de un tal Muño Manco, lo que conecta con la leyenda popular, pero adelantando el origen en dos siglos.
En los siglos siguientes numerosos textos acreditan la existencia de Valdemanco como conjunto de casas dependientes de Bustarviejo. La historia de ambas está durante mucho tiempo, estrechamente relacionada. En 1926 Bustarviejo es declarada Villa y junto con sus anejos Navalafuente y Valdemanco consigue su independencia respecto a Segovia, ciudad de la que dependía por estar integrada en su Comunidad de Villa y Tierra.
En 1840, siete años después de la estructuración en provincias del territorio español y de la asignación de Bustarviejo a la de Madrid, la regencia del reino decreta la emancipación de Valdemanco que constituye ayuntamiento propio. En estos tiempos el pueblo contaba con 92 casas de construcción pobre distribuidas en una plaza y varias calles. Contaba también con Ayuntamiento y escuela privada. La población ascendía a 400 habitantes dedicados a las actividades agrarias (huertas, frutales, cereales, etc.) y la cría del ganado. En 1910 la población había descendido a 343 habitantes, y la situación urbana y económica se mantenía sin variaciones.
En las décadas siguientes se construyó la línea de ferrocarril Madrid-Burgos que atravesaba la Sierra de La Cabrera, pasando por Valdemanco y el Valle del Lozoya. La influencia para Valdemanco fue más comercial que turística. El apeadero se cerró al poco tiempo, pero el ferrocarril se utilizó para dar salida al producto de las canteras de granito de la zona. Desde ellas se abastecía las numerosas obras públicas que se realizaban en Madrid. Las canteras, grandes pozos a cielo abierto, producen un gran impacto ambiental y paisajístico.
En los años 50 llega el alumbrado público y se construyen algunos edificios de granito que mejoran la imagen del pueblo. El pueblo contaba con 383 habitantes. Después de dos décadas de emigración hacia Madrid, se inicia desde 1975 una recuperación, alcanzándose los 425 habitantes.
En los siglos siguientes numerosos textos acreditan la existencia de Valdemanco como conjunto de casas dependientes de Bustarviejo. La historia de ambas está durante mucho tiempo, estrechamente relacionada. En 1926 Bustarviejo es declarada Villa y junto con sus anejos Navalafuente y Valdemanco consigue su independencia respecto a Segovia, ciudad de la que dependía por estar integrada en su Comunidad de Villa y Tierra.
En 1840, siete años después de la estructuración en provincias del territorio español y de la asignación de Bustarviejo a la de Madrid, la regencia del reino decreta la emancipación de Valdemanco que constituye ayuntamiento propio. En estos tiempos el pueblo contaba con 92 casas de construcción pobre distribuidas en una plaza y varias calles. Contaba también con Ayuntamiento y escuela privada. La población ascendía a 400 habitantes dedicados a las actividades agrarias (huertas, frutales, cereales, etc.) y la cría del ganado. En 1910 la población había descendido a 343 habitantes, y la situación urbana y económica se mantenía sin variaciones.
En las décadas siguientes se construyó la línea de ferrocarril Madrid-Burgos que atravesaba la Sierra de La Cabrera, pasando por Valdemanco y el Valle del Lozoya. La influencia para Valdemanco fue más comercial que turística. El apeadero se cerró al poco tiempo, pero el ferrocarril se utilizó para dar salida al producto de las canteras de granito de la zona. Desde ellas se abastecía las numerosas obras públicas que se realizaban en Madrid. Las canteras, grandes pozos a cielo abierto, producen un gran impacto ambiental y paisajístico.
En los años 50 llega el alumbrado público y se construyen algunos edificios de granito que mejoran la imagen del pueblo. El pueblo contaba con 383 habitantes. Después de dos décadas de emigración hacia Madrid, se inicia desde 1975 una recuperación, alcanzándose los 425 habitantes.