Erigida en el siglo XVIII, quizá sobre un antiguo humilladero del siglo XVII, como favor a la creciente pujanza obtenida por la cofradía de laVera Cruz, tras la aprobación de sus ordenanzas por el Arzobispo de Toledo en 1650. Se encuentra ubicada en el norte de la población, en el antiguo camino real a Toledo.
En su planta destaca la nave central cubierta con bóveda de cañón y lunetos y seis capillas laterales ordenadas de manera simétrica: tres a cada lado y abiertas a la nave mediante arcos de medio punto. La portada, a los pies, estaba rematada con una espadaña hasta la remodelación realizada en 1975.
De los retablos barrocos y neoclásicos que decoraban su interior el más notable es el que preside la capilla mayor, único conservado, con camarín y estructura de columnas salomónicas y estípites, embellecido con profusión a base de hojas y racimos de parra. Ha sido restaurado recientemente por la cofradía que lleva su nombre. Alberga la imagen del Cristo de la Salud, patrón de la villa, reconstruida en 1939 tras su desaparición en la Guerra Civil.
En su planta destaca la nave central cubierta con bóveda de cañón y lunetos y seis capillas laterales ordenadas de manera simétrica: tres a cada lado y abiertas a la nave mediante arcos de medio punto. La portada, a los pies, estaba rematada con una espadaña hasta la remodelación realizada en 1975.
De los retablos barrocos y neoclásicos que decoraban su interior el más notable es el que preside la capilla mayor, único conservado, con camarín y estructura de columnas salomónicas y estípites, embellecido con profusión a base de hojas y racimos de parra. Ha sido restaurado recientemente por la cofradía que lleva su nombre. Alberga la imagen del Cristo de la Salud, patrón de la villa, reconstruida en 1939 tras su desaparición en la Guerra Civil.