A LOS
ÁRBOLES DESNUDOS
No es el
otoño, no, quien a los árboles
arrebata sus hojas, que son ellos,
son los árboles mismos quienes ceden
sus hojas a los vientos...
Los árboles desdeñan
la estéril pompa del follaje muerto,
y, con viril austeridad aguardan
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