AQUEL NIÑO DE VALLECAS
Aquel niño de Vallecas
que me enseñó su camino,
sin saber nada de becas
noté su don de adivino.
Se han pasado muchos años
que pisé sus tristes calles,
se borraron los peldaños
y muchos de los detalles.
Aquel niño de Vallecas
aun recuerdo sus tirantes,
conocí muy bien sus muecas
con sus ojillos brillantes.
Me habló de sentir las penas
con sus tristes sensaciones,
sentí que arrastro cadenas
con buenas explicaciones.
En sus ojos vi cantares
repletos de melodía,
hablando de los hogares
se pasaba medio día.
Era niño de Vallecas
con todo lo que sentía,
el pensaba que las teclas
siempre daban sintonía.
Una noche de tormenta
le vi cruzar la Gran Vía,
sentí que la pena aumenta
y más en la noche fría.
No pude chocar su mano
ni saber como vivía,
aquel niño vallecano
su mente me confundía.
Todos los seres humanos
conocen la fantasía,
de muchos sueños profanos
que pregonan alegría.
G X Cantalapiedra.
Aquel niño de Vallecas
que me enseñó su camino,
sin saber nada de becas
noté su don de adivino.
Se han pasado muchos años
que pisé sus tristes calles,
se borraron los peldaños
y muchos de los detalles.
Aquel niño de Vallecas
aun recuerdo sus tirantes,
conocí muy bien sus muecas
con sus ojillos brillantes.
Me habló de sentir las penas
con sus tristes sensaciones,
sentí que arrastro cadenas
con buenas explicaciones.
En sus ojos vi cantares
repletos de melodía,
hablando de los hogares
se pasaba medio día.
Era niño de Vallecas
con todo lo que sentía,
el pensaba que las teclas
siempre daban sintonía.
Una noche de tormenta
le vi cruzar la Gran Vía,
sentí que la pena aumenta
y más en la noche fría.
No pude chocar su mano
ni saber como vivía,
aquel niño vallecano
su mente me confundía.
Todos los seres humanos
conocen la fantasía,
de muchos sueños profanos
que pregonan alegría.
G X Cantalapiedra.