De mi libro:"Leyendas Andalusies Almiaregenses"publico una parte del epigrafe de como era la vida cotidiana de Campo de Almiareg, la actual Campo Real, mi cuna natal, en el siglo IX, de nuestra Era. Lo incluyo aqui por ser testimonio cultural de aquella epoca y quizas reproduzca tambien la vida de Valverde de Alcala de aquel periodo.
6.2EL DESARROLLO DE LA VIDA SOCIAL EN CAMPO DE ALMIAREG EN LOS SIGLOS X Y XI HASTA LA CONQUISTA CRISTIANA
Si nos desplazamos por el “túnel del tiempo” y descubrimos Campos de Almiareg desde su fundación en el siglo IX (quizás el año 850) hasta la conquista cristiana por el arzobispo de Toledo D. Bernardo de Sèdirac en el siglo XII (aproximadamente el año 1122) podremos con un poco imaginación divisar un poblado-Fortaleza o “Ribat” con sus calles medievales que se esparcen a la sombra de la Alcazaba, en la ladera más practicable del cerro.
Debería de disponer de una densidad demográfica en el entorno, entre dos y tres centenares de personas y la población se componía de cristianos “mozárabes” cuya advocación estaba orientada a la veneración de Santa Leocadia, en recuerdo de la Basílica visigoda toledana; había una Sinagoga con una población sefardí o judía minoritaria y el resto lo formaban, la mayoría musulmana con población mayoritariamente berebere o norteafricana islamizados y “muladíes” o cristianos convertidos al Islam.
El Núcleo Urbano (La Medina)
El casco urbano se componía de un poblado-Fortaleza “Ribat”ubicado en la cima de la meseta, donde hoy está construida la Iglesia de Santa María del Castillo, en recuerdo a la Fortaleza citada y en cuyo contorno interior estaba “la Mezquita” cuyo “Mihrab” estaba orientado en dirección sudeste, hacia La Meca con un “alminar” donde el “almuecín” o “almuédano” llamaba a los hermanos musulmanes a la oración.
Hoy dia, desgraciadamente no quedan vestigios de esta notable civilización a excepción de los restos de una “atalaya” o puesto de observación, en el “Cerro de la Tierra” lugar carismático y mágico, donde se extraía la materia prima o arcilla para las
labores de alfarería y que tuvo también un protagonismo, relacionado con loa almiaregenses que posteriormente describiremos.
Generalmente, en esta época alto medieval y aunque el Islam respetaba absolutamente a los otros grupos sociales, no musulmanes, vivían dentro de la población agrupados cada uno, en sus distritos o barrios, y en Campo de Almiareg, los musulmanes de origen árabe o beberé se localizaban en el poblado-Fortaleza o “Ribat” y dentro de la zona comprendida entre las actuales calles:, Plaza de Palacio, Iglesia, Morata, Viento, Vilches, Pez, Mercado, Plaza Chica y la Plaza de María Vela; el barrio “muladí” o cristianos conversos estaba ubicado en la zona entre la calles: Cruz del Caballo, y parte de la calle Viento, en confluencia con la calle Tejera donde estaban las alfarerias; el barrio “sefardí” o judío comprendía las calles Cuevas, Egido, y Travesía del Egido donde estaba “Aljama” y la Sinagoga “Monte Sion” en recuerdo del rey David que conquistó este lugar en Jerusalén; y finalmente el barrio cristiano o “mozarabe” estaba en la calle Santa Ana, las Cerradas, y calle San Enrique donde está construida la Basílica cristiana Santa Leocadia, en recuerdo de la similar del Toledo visigodo y que posteriormente el siglo XIII sobre sus restos se construyo la ermita de Santa Ana, hoy desgraciadamente desaparecida.
Aunque generalmente las grandes ciudades estaban amuralladas, Campo de Almiareg, solamente estaba rodeado de murallas, el recinto de la Alcázaba o Fortaleza, que desgraciadamente se conserva parte, en cuyo interior se encontraba la Mezquita y el resto de los barrios no tenían muralla y terminaba en los arrabales.
No obstante, durante mucho tiempo había un turno de vigilancia nocturna, con un funcionario o Sereno que acompañado de perros y un farol realizaba la ronda nocturna toda noche para evitar robos y otros delitos.
La nominación de las calles, en aquella época, era la siguiente:
El barrió musulmán, árabe o berebere, comprendía la zona antes descrita y las calles se conocían de la siguiente forma:
Hoy, Plaza de Palacio, entonces Plaza Emir Abd-el-Rhaman II
Hoy, C/la Iglesia, entonces C/ Mezquita Emir Mohamed I
Hoy, C/Morata, entonces C/Califa Abú Becker
Hoy, C/ Viento, entonces C/ Califa Abú Otman
Hoy, C/Vilches, entonces C/ Hachib Almanzor
Hoy, C/Pez, entonces C/ Califa Walid I
Hoy, C/ Mercado, entonces C/Hégira
Hoy, Plaza Chica, entonces Plaza del Zoco.
Hoy, Plaza Maria Vela, entonces Plaza Emir Abd-el-Rhaman I
El barrió “muladí” o de los cristianos conversos al Islam, comprendía la zona antes descrita y las calles se conocían de la siguiente forma:
Hoy, C/ Cruz del Caballo, entonces C/ Emir Mohamed I
Hoy, C Tejera, entonces C/ Alfarería
En un callejón ciego o “adarve” (Fig. 1, Vistas A y B) sito en la C/Viento y entonces C/Califa Abú Otman, del barrio “muladí” debió tener su residencia, un personaje de leyenda, el converso Khalet al-Kantouri ibn Hassan, Cronista o Al-Ruwat de la Medina, vocablo árabe que significa “el recitador” y autor de la obra:”Crónicas Almiaregenses” donde describe la fundación de Campo de Almiareg, desde su pasado como alquería y su futuro como Medina-Fortaleza, su vida cotidiana, sus costumbres, fiestas, entretenimientos etc., en los albores del siglo X, y por el paso del tiempo, desafortunadamente desaparecida por las visicitudes historicas, o quizás exista algún ejemplar en alguna biblioteca de Oriente, tal vez en Marraquez o en Oran.
Hoy, con inspiración y con una gran imaginación la recuperamos recopilando todas las historias que ha mantenido la tradición, y que se han ido transmitiendo de generación a generación como tesoro colectivo de un pueblo, que ha mantenido el respeto debido a su pasado y como en el despertar de las civilizaciones, los pueblos primitivos guardaban celosamente el “secreto del fuego”y los mayores al final de su vida, lo revelaban a sus descendientes para no perder su genial descubrimiento.
Que el barrio “sefardí” o judío comprendía la zona donde estaba ubicada la “Aljama” y la Sinagoga “Monte Sion”, y las calles se conocían de la forma siguiente:
Hoy, C/Cuevas, entonces C/de los Perfumistas.
Hoy, C/Ejido, entonces C/ de los Tejedores.
Hoy, C/ Travesía del Egido, entonces C/ Sinagoga
El barrio mozárabe o cristiano se componía de la zona donde estaba ubicada la Basílica Santa Leocadia y las calles se conocían de la forma siguiente:
Hoy, C/Santa Ana, entonces C/ de los Mozárabes.
Hoy, C/Cerradas, entonces C/ Zapateros.
Hoy C/ San Enrique, entonces C/ Pañeros.
Hoy C/Camino de la Fuente, entonces C/Tenerías
Había también calles que no tenían nombre y donde residía este grupo y se consideraban los arrabales.
No obstante, las comunidades estaban segregadas en sus respectivos barrios o distritos, pero independientemente del que pertenecían, reinaba la paz, la concordia y armonía entre ellas y aunque las comunidades musulmana y sefardí hablaban por tradición el árabe y el hebreo, también conocían la lengua romance que utilizaban la comunidad mozárabe o hispano visigoda y se comunicaban en esta con ellos.
Los nombres más usuales de la comunidad musulmana eran: masculino (Mohamed, Omar, Tarek, Abd-el- RahmanAli, Ryad, Husein, Yusuf, Ahmed, Ismael, Khalet etc..) femeninos (Zaida, Zoraida, Aixa, Fatima, Meriam, Maroa, Taula, Ahla, Islam, Ihlam, Iman etc..); la comunidad sefardi o judía utilizaba como nombres más usuales: masculinos (Abrahán, Isaac, Jacob, Esau, David, Salomón, Moisés, Josué, Simeón, Rubén, Juda, José, Benjamín, Neftali, Aser, etc..) femeninos (Rebeca, Sara, Raquel, Noemí, Ruht, Abigail, Sefora, Ester, Agar, Debora, etc..); la comunidad mozárabe o cristiana tenía como nombres más usuales los siguientes: masculinos (Paulo, Marco, Lucio, Justino, Adriano, Maximo, Honorio, Marcial, Antonio, Rufino, Jose, Julio, Fabio, etc..) femeninos (Teofila, Leocadia, María, Ana, Justa, Lucía, Aurelia, Julia, Antonia, y Josefa etc...)
Los elementos más representativos en el desarrollo de la vida social de la de la Medina eran:
El Zoco o Mercado (Fig. 2)
Estaba ubicado en la Plaza Chica, antes Plaza del Zoco, donde se vendían generalmente, cereales, frutas, verduras, especies, etc. así como también alfombras, tapices, libros, etc..
En este lugar, existían unos baños públicos donde gentes de ambos sexos usaban sus instalaciones para cumplir los preceptos de la abluciones o purificar el cuerpo según establece el Sagrado Libro “Alcorán” y asi, los hombres durante el turno de mañana y las mujeres por la tarde, realizaban sus funciones de higiene y aseo personal donde las mujeres utilizan posteriormente sus ungüentos y perfumes.
Junto al Zoco, existían tiendas p
6.2EL DESARROLLO DE LA VIDA SOCIAL EN CAMPO DE ALMIAREG EN LOS SIGLOS X Y XI HASTA LA CONQUISTA CRISTIANA
Si nos desplazamos por el “túnel del tiempo” y descubrimos Campos de Almiareg desde su fundación en el siglo IX (quizás el año 850) hasta la conquista cristiana por el arzobispo de Toledo D. Bernardo de Sèdirac en el siglo XII (aproximadamente el año 1122) podremos con un poco imaginación divisar un poblado-Fortaleza o “Ribat” con sus calles medievales que se esparcen a la sombra de la Alcazaba, en la ladera más practicable del cerro.
Debería de disponer de una densidad demográfica en el entorno, entre dos y tres centenares de personas y la población se componía de cristianos “mozárabes” cuya advocación estaba orientada a la veneración de Santa Leocadia, en recuerdo de la Basílica visigoda toledana; había una Sinagoga con una población sefardí o judía minoritaria y el resto lo formaban, la mayoría musulmana con población mayoritariamente berebere o norteafricana islamizados y “muladíes” o cristianos convertidos al Islam.
El Núcleo Urbano (La Medina)
El casco urbano se componía de un poblado-Fortaleza “Ribat”ubicado en la cima de la meseta, donde hoy está construida la Iglesia de Santa María del Castillo, en recuerdo a la Fortaleza citada y en cuyo contorno interior estaba “la Mezquita” cuyo “Mihrab” estaba orientado en dirección sudeste, hacia La Meca con un “alminar” donde el “almuecín” o “almuédano” llamaba a los hermanos musulmanes a la oración.
Hoy dia, desgraciadamente no quedan vestigios de esta notable civilización a excepción de los restos de una “atalaya” o puesto de observación, en el “Cerro de la Tierra” lugar carismático y mágico, donde se extraía la materia prima o arcilla para las
labores de alfarería y que tuvo también un protagonismo, relacionado con loa almiaregenses que posteriormente describiremos.
Generalmente, en esta época alto medieval y aunque el Islam respetaba absolutamente a los otros grupos sociales, no musulmanes, vivían dentro de la población agrupados cada uno, en sus distritos o barrios, y en Campo de Almiareg, los musulmanes de origen árabe o beberé se localizaban en el poblado-Fortaleza o “Ribat” y dentro de la zona comprendida entre las actuales calles:, Plaza de Palacio, Iglesia, Morata, Viento, Vilches, Pez, Mercado, Plaza Chica y la Plaza de María Vela; el barrio “muladí” o cristianos conversos estaba ubicado en la zona entre la calles: Cruz del Caballo, y parte de la calle Viento, en confluencia con la calle Tejera donde estaban las alfarerias; el barrio “sefardí” o judío comprendía las calles Cuevas, Egido, y Travesía del Egido donde estaba “Aljama” y la Sinagoga “Monte Sion” en recuerdo del rey David que conquistó este lugar en Jerusalén; y finalmente el barrio cristiano o “mozarabe” estaba en la calle Santa Ana, las Cerradas, y calle San Enrique donde está construida la Basílica cristiana Santa Leocadia, en recuerdo de la similar del Toledo visigodo y que posteriormente el siglo XIII sobre sus restos se construyo la ermita de Santa Ana, hoy desgraciadamente desaparecida.
Aunque generalmente las grandes ciudades estaban amuralladas, Campo de Almiareg, solamente estaba rodeado de murallas, el recinto de la Alcázaba o Fortaleza, que desgraciadamente se conserva parte, en cuyo interior se encontraba la Mezquita y el resto de los barrios no tenían muralla y terminaba en los arrabales.
No obstante, durante mucho tiempo había un turno de vigilancia nocturna, con un funcionario o Sereno que acompañado de perros y un farol realizaba la ronda nocturna toda noche para evitar robos y otros delitos.
La nominación de las calles, en aquella época, era la siguiente:
El barrió musulmán, árabe o berebere, comprendía la zona antes descrita y las calles se conocían de la siguiente forma:
Hoy, Plaza de Palacio, entonces Plaza Emir Abd-el-Rhaman II
Hoy, C/la Iglesia, entonces C/ Mezquita Emir Mohamed I
Hoy, C/Morata, entonces C/Califa Abú Becker
Hoy, C/ Viento, entonces C/ Califa Abú Otman
Hoy, C/Vilches, entonces C/ Hachib Almanzor
Hoy, C/Pez, entonces C/ Califa Walid I
Hoy, C/ Mercado, entonces C/Hégira
Hoy, Plaza Chica, entonces Plaza del Zoco.
Hoy, Plaza Maria Vela, entonces Plaza Emir Abd-el-Rhaman I
El barrió “muladí” o de los cristianos conversos al Islam, comprendía la zona antes descrita y las calles se conocían de la siguiente forma:
Hoy, C/ Cruz del Caballo, entonces C/ Emir Mohamed I
Hoy, C Tejera, entonces C/ Alfarería
En un callejón ciego o “adarve” (Fig. 1, Vistas A y B) sito en la C/Viento y entonces C/Califa Abú Otman, del barrio “muladí” debió tener su residencia, un personaje de leyenda, el converso Khalet al-Kantouri ibn Hassan, Cronista o Al-Ruwat de la Medina, vocablo árabe que significa “el recitador” y autor de la obra:”Crónicas Almiaregenses” donde describe la fundación de Campo de Almiareg, desde su pasado como alquería y su futuro como Medina-Fortaleza, su vida cotidiana, sus costumbres, fiestas, entretenimientos etc., en los albores del siglo X, y por el paso del tiempo, desafortunadamente desaparecida por las visicitudes historicas, o quizás exista algún ejemplar en alguna biblioteca de Oriente, tal vez en Marraquez o en Oran.
Hoy, con inspiración y con una gran imaginación la recuperamos recopilando todas las historias que ha mantenido la tradición, y que se han ido transmitiendo de generación a generación como tesoro colectivo de un pueblo, que ha mantenido el respeto debido a su pasado y como en el despertar de las civilizaciones, los pueblos primitivos guardaban celosamente el “secreto del fuego”y los mayores al final de su vida, lo revelaban a sus descendientes para no perder su genial descubrimiento.
Que el barrio “sefardí” o judío comprendía la zona donde estaba ubicada la “Aljama” y la Sinagoga “Monte Sion”, y las calles se conocían de la forma siguiente:
Hoy, C/Cuevas, entonces C/de los Perfumistas.
Hoy, C/Ejido, entonces C/ de los Tejedores.
Hoy, C/ Travesía del Egido, entonces C/ Sinagoga
El barrio mozárabe o cristiano se componía de la zona donde estaba ubicada la Basílica Santa Leocadia y las calles se conocían de la forma siguiente:
Hoy, C/Santa Ana, entonces C/ de los Mozárabes.
Hoy, C/Cerradas, entonces C/ Zapateros.
Hoy C/ San Enrique, entonces C/ Pañeros.
Hoy C/Camino de la Fuente, entonces C/Tenerías
Había también calles que no tenían nombre y donde residía este grupo y se consideraban los arrabales.
No obstante, las comunidades estaban segregadas en sus respectivos barrios o distritos, pero independientemente del que pertenecían, reinaba la paz, la concordia y armonía entre ellas y aunque las comunidades musulmana y sefardí hablaban por tradición el árabe y el hebreo, también conocían la lengua romance que utilizaban la comunidad mozárabe o hispano visigoda y se comunicaban en esta con ellos.
Los nombres más usuales de la comunidad musulmana eran: masculino (Mohamed, Omar, Tarek, Abd-el- RahmanAli, Ryad, Husein, Yusuf, Ahmed, Ismael, Khalet etc..) femeninos (Zaida, Zoraida, Aixa, Fatima, Meriam, Maroa, Taula, Ahla, Islam, Ihlam, Iman etc..); la comunidad sefardi o judía utilizaba como nombres más usuales: masculinos (Abrahán, Isaac, Jacob, Esau, David, Salomón, Moisés, Josué, Simeón, Rubén, Juda, José, Benjamín, Neftali, Aser, etc..) femeninos (Rebeca, Sara, Raquel, Noemí, Ruht, Abigail, Sefora, Ester, Agar, Debora, etc..); la comunidad mozárabe o cristiana tenía como nombres más usuales los siguientes: masculinos (Paulo, Marco, Lucio, Justino, Adriano, Maximo, Honorio, Marcial, Antonio, Rufino, Jose, Julio, Fabio, etc..) femeninos (Teofila, Leocadia, María, Ana, Justa, Lucía, Aurelia, Julia, Antonia, y Josefa etc...)
Los elementos más representativos en el desarrollo de la vida social de la de la Medina eran:
El Zoco o Mercado (Fig. 2)
Estaba ubicado en la Plaza Chica, antes Plaza del Zoco, donde se vendían generalmente, cereales, frutas, verduras, especies, etc. así como también alfombras, tapices, libros, etc..
En este lugar, existían unos baños públicos donde gentes de ambos sexos usaban sus instalaciones para cumplir los preceptos de la abluciones o purificar el cuerpo según establece el Sagrado Libro “Alcorán” y asi, los hombres durante el turno de mañana y las mujeres por la tarde, realizaban sus funciones de higiene y aseo personal donde las mujeres utilizan posteriormente sus ungüentos y perfumes.
Junto al Zoco, existían tiendas p