Los primeros restos paleoliticos que se localizan en el
valle del Jarama pertenecen al Paleolítico Inferior, concretamente al Achelanse Medio y Final. Es decir, el hombre ya visitaba la zona de Velilla hace aproximadamente unos 300.000 años.
La población original, se asienta a la orilla del
río Jarama y vive de la
caza y de la
pesca. Más tarde, ya implantada la
agricultura el
pueblo se desplaza al interior y se dedica a roturar y labrar las tierras. Tierras que han visto pasar distintas civilizaciones, como no podía ser de otra forma, al tratarse de tierras fronterizas; como su nombre indica.
Con la llegada de los musulmanes a su territorio, al igual que hicieron en el resto de la península, se erigen una serie de fortificaciones de vigilancia.
Velilla de San Antonio tuvo una de estas edificaciones que originó el nombre de Velilla. Nuestro topónimo principal tiene su origen, sin duda alguna, en el vocablo latino “vigilia-ae”, referido en términos
militares, a la acción de velar o vigilar. Al pasar la zona a manos cristianas será un puesto de vigilancia de la frágil frontera entre cristianos y musulmanes, datos toponímicos, como Torrebermeja, avalan este dato.
En cuanto a su apellido “de San Antonio” la
tradición popular ha querido ver en él también un origen
medieval que no tiene, ya que las primeras veces que encontramos este segundo nombre unido al de Velilla es en los primeros años del siglo XVIII. Al respecto del mismo no existe unanimidad.
Consolidada la
España de los Reyes Católicos el pueblo sufrirá el ataque de los Comuneros, siendo quemado y casi destruido, de ahí la llamas de su heráldica, y el que a los velilleros se les conozca como “los tostaos”. Pero la vida sigue, el pueblo se rehace y más tarde en 1.627 pasará de ser pueblo de realengo a señorío; hecho que no deja indiferente a los vecinos, pero no les quedó más remedio que aceptarlo, al pasar a ser el mismo propiedad del todopoderoso Conde-Duque de Olivares. No sin independencia, pero si a pesar de los buenos o malos gobernantes los
pueblos siguen su rumbo histórico y Velilla de San Antonio tendrá que enfrentarse a otro acoso, en este caso al de las tropas napoleónicas que exigirán una y otra vez
comida y sustento para la soldadesca.
Durante el período de la Ilustración nuestro pueblo avanza, aunque tibiamente, y poco a poco nos colocamos en el año 1900.
En el siglo que acabamos de pasar Velilla consolida sus
fiestas patronales del mes de septiembre, mes tradicional para la fiestas mayores de gran parte de los municipios de la comunidad de
Madrid.
Pasará la IIª República sin dar tiempo a consolidar la esperanza que significó para muchos, truncándose cualquier posibilidad de avance. Velilla soportará, como toda España, los terribles años de la guerra civil y los no menos crueles de la larga posguerra.
VELILLA DE SAN ANTONIO: v. con ayunt. de la prov. y aud. terr. de Madrid (3 1/2 leg.), part. jud. de Alcalá de Henares (3 1/4), c. g. de Castilla la Nueva, dióc. de
Toledo (46). SIT. en una llanura a la dist. de 4,000 pasos del r. Jarama; le combaten con más frecuencia los vientos N. y S; el CLIMA es templado, y sus enfermedades más comunes tercianas y cuartanas. Tiene 66
CASAS distribuidas en 9
calles y una
plaza;
casa de ayunt., cárcel y una igl. parr. aneja de Mejorada, que sirve un teniente nombrado por el párroco;
cementerio saludable en los afueras; y una
ermita, Ntra. Sra. de la Concepción. Confina el TERR. N.
Mejorada del Campo; E.
Loeches; S. Arganda, y O. Ribas; se estiende 3/4 leg. de N. á S. y 1/2 de E. á O., y comprende un desp. titulado Torrebermeja, en el cual hay 2 casas de
labranza con los nombres de Peralta y Agonizantes; una deh. de 85 fan. de cabida; algún viñedo y varios olivares. Le cruza el citado r. Jarama, de cuyas
aguas se utilizan los vec. para sus usos y el de los
ganados. El TERRENO es de buena calidad,
CAMINOS los locales en buen estado. El
CORREO se recibe en Arganda por balijero. PROD.: trigo, cebada, centeno, vino, aceite y algo de
hortalizas; mantiene
ganado lanar y mular; cria caza de liebres y conejos, y pesca de barbos, IND.: un
molino de aceite, POBL.: 49 vec., 292 alm. CAP. PROD.: 3.447,674 rs. IMP.: 454,898. CONTR.: el 9'65 por 100.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1845.